Hay muchas formas de disfrutar del café y las nuevas alternativas de turismo alrededor de este grano son una manera única.
La industria del café ha cambiado significativamente con el paso del tiempo y aquellos que por años se han dedicado a la producción de este grano han tenido que adaptarse a nuevas formas de mantener en pie su negocio. Las fincas de café, sin importar su ubicación, suelen compartir algo y es que están ubicadas en lugares altos llenos de vegetación. En ocasiones las acompañan vistas y paisajes sorprendentes que dejan con la boca abierta a aquellos que tienen el honor de visitarlas.
En el afán de reinventarse y convertir a la industria del café en algo un poco más atractivo, ya son muchas las fincas y beneficios de café que han abierto las puertas al público, convirtiéndose en los lugares perfectos para hacer ecoturismo. Aunque suene sencillo, este proceso no debe ser tan fácil, ya que hablamos de adecuar un espacio para que se vuelva en un lugar acogedor y apto para todo público.
Pero, ¿por qué hacer turismo en una finca de café? Si bien podría parecer una forma de entretenimiento muy de nicho, lo cierto es que no. Este tipo de turismo ofrece poder ver de cerca y de primera mano cómo se obtiene el café que tomamos cada mañana antes de salir de casa.
Desde la siembra de las plantas de café, incluyendo las distintas etapas del proceso de secado del café sea este natural, honey, lavado o anaeróbico, pasando por la trilla y el tueste, hasta llegar a la taza de café. Estos tours no solo te brindan una mirada diferente, sino también una explicación detallada de cómo funciona cada etapa y la importancia que tienen en la calidad del café.
De igual forma y por su ubicación geográfica, estos lugares son ideales para explorar nuevas formas de hospedaje como el glamping y el camping, convirtiendo la visita de las personas en una experiencia completamente diferente a otros establecimientos ubicados en las zonas montañosas, lleno de aventura y muchísimo sabor a café.