Cuando la Tierra, la Luna y el Sol realizan su danza orbital, la Luna desarrolla sus fases lunares en donde se oculta o brilla radiante, según sea iluminada. Dentro de este hermoso acontecimiento de la naturaleza los seres vivos también nos vemos influenciados.
La luna es el único satélite natural de la Tierra y nos acompaña y nos influye de muchas maneras aunque no siempre podamos percibirlo. Se ha comprobado que las fases de la luna tienen diferentes efectos e influencias sobre la Tierra y todos los seres vivos. Las fases lunares pueden alterar las mareas oceánicas, el clima, nuestros patrones de sueño, nuestro estado de ánimo y muchas otras cosas, incluida la fertilidad.
A continuación, exploraremos cómo cada una de estas fases trae consigo un significado espiritual único, así como la oportunidad de crear rituales y prácticas que aprovechen la energía de cada una.
- Luna Nueva: Es la primera fase del ciclo lunar, inicia cuando la luna es casi invisible, es de tono oscuro que apenas es vista porque descansa entre el sol y la tierra, en los días siguientes ella comienza a aparecer lentamente. Este momento es importante pues nos hace ver la importancia de hacer un pausa en nuestras vidas, de tener este tiempo de introspección, autoanálisis y reflexión sobre nosotros mismos. El renacimiento de un nuevo tú. Hazte las siguientes preguntas ¿qué quieres para tu vida? ¿dónde quieres gastar tu energía? ¿Quién es este nuevo tú y qué quiere?
- Luna Creciente: Esta fase de la luna comienza como tres días después de la Luna Nueva, en este momento ella va creciendo en el cielo. Este se vuelve en el tiempo perfecto para ponerte en acción, en realizar aquello que te proyectaste en la luna nueva. Mueve tu energía hacía donde quieres ir. Puedes llevar un cuaderno de tus objetivos. También permítete sanar y desarrollar tu mente, la luna crece y tú también.
- Luna Llena: Es cuando la luna es más potente y ocurre 14 días después de la fase de Luna Nueva, la Luna Llena se hace presente en el cielo, es fácil de identificar pues se aprecia en todo su esplendor y brillo en medio de la inmensa oscuridad. Esta representa la culminación y el éxito de todo aquello que empezaste durante la fase de luna creciente, ahora todo está en su plenitud, sueles sentirte más perceptible en tus relaciones interpersonales y puedes manifestar positivamente para ti.
- Luna Menguante: Comienza el tercer día después de la Luna Llena, trae la oportunidad para remover o eliminar aquellas energías malas, de esas cargas que te retienen. Es momento de hacer una limpieza dentro de ti, suelta aquello que no te trae nada bueno. Debes restablecer tu equilibrio. Puede que te sientes emocionalmente bajo pero es para que te liberes de todo lo que no te edifica. Supera la melancolía y la depresión. Crea un espacio en ti, descansa de todo. No inicies nada. Eso será para cuando venga nuevamente la Luna Nueva.
Cuando te permites esta conexión espiritual con la Luna y sus fases puedes tomar mejores decisiones y canalizar de mejor manera las energías en tu vida cotidiana. No permitas que la faena del día te llene de estrés innecesario, mejor aprovecha lo que la naturaleza ofrece a nuestro ser.