Cada 1 de noviembre, Nahuizalco realiza este vibrante festejo que fusiona tradiciones prehispánicas y el cristianismo transforma el pueblo en un escenario mágico rindiendo homenaje a los seres queridos que ya fallecieron. Este año el Día de los Canchules también se celebrará en el Centro Histórico de San Salvador.
Nahuizalco es sin duda uno de los lugares que mejor resguarda las tradiciones indígenas. Entre las tantas ceremonias y rituales que celebran los habitantes de la zona está el Día de los Canchules, una manifestación viva de las tradiciones prehispánicas que persisten en la región, fusionando el respeto por los ancestros con el sincretismo cristiano.
Previo al Día de los Santos Difuntos conmemorado el 2 de noviembre, el 1 de noviembre, las calles de Nahuizalco se llenan de altares decorados con palmas y fotografías de aquellos que han dejado este mundo. De acuerdo con la tradición, estos espíritus regresan a la tierra para visitar y ver una vez más a sus seres queridos, los cuales los llaman por medio de los ya mencionados altares.
¿Qué son los canchules?
Según la tradición, y como parte de los preparativos de esta festividad, las personas que participan se encargan de cocinar y preparar una gran variedad de platos y bebidas típicas como pupusas, tamales, atoles y demás, los cuales aparte de adornar los altares de sus seres queridos, son compartidos con aquellos que también participan en dicha celebración o visiten el altar. A esta comida se le conoce como “canchule” y visitar los altares es conocido como “canchuliar”.
Día de los Canchules en el Centro Histórico de San Salvador
Esta vez, la tradición ancestral que honra a nuestros difuntos se realizará también en el Centro Histórico y este 01 y 02 de noviembre, se revivirá la histórica tradición de los Canchules en el corazón de San Salvador.
Esta celebración que es originaria de Nahuizalco se trasladará a las plazas del Centro Histórico, donde podremos encontrar altares con fotos de sus difuntos e imágenes de santos, acompañados de platillos típicos como atol de maíz, tamales pisques, pupusas y chicha, como una forma de recordar y honrar a nuestros antepasados. Si quieres vivir esta experiencia puedes visitar el lugar y disfrutar de los colores vibrantes de los altares y rica gastronomía.