Ilobasco es la casa de las artesanías de barro rojo o colorado, destacando principalmente sus emblemáticos nacimientos, siendo esta una de las tradiciones más simbólicas del país completo. Estas figuras que adornan los hogares durante la época navideña, son, además de decoraciones, auténticas obras de arte creadas por las manos mágicas de los artesanos de la región.
El proceso de creación de estos nacimientos es una labor ardua, pero tiene como resultado piezas únicas. Desde quienes se dedican a la elaboración de miniaturas modelando cada parte con sus propias manos, hasta aquellos que han dominado la técnica del modelado con molde. La precisión con la que trabajan, prestando atención a los más pequeños detalles, es un testimonio del profundo conocimiento y amor que tienen por su arte.
Los niños, pastores, animales, árboles y hasta los objetos de la escena del nacimiento, son creados con un realismo que refleja la vida cotidiana, pero también una gran carga simbólica. Los colores, las expresiones y las posturas de las figuras cobran vida en las manos de los artesanos, quienes infunden a cada pieza una historia, un pedazo de la tradición y la cultura salvadoreña.
Pero esta tradición no es solo una costumbre moderna. La creación de nacimientos de barro en Ilobasco tiene raíces profundas que se remontan a los pueblos indígenas que habitaron la región, particularmente los lencas. Esta cultura, conocida por su habilidad en el trabajo con barro, fue la precursora de lo que hoy conocemos como la artesanía de Ilobasco.
Los lencas utilizaban el barro para fines utilitarios, así como para crear figuras rituales y decorativas que representaban su cosmovisión y creencias. Esta herencia cultural se fue transformando con el tiempo, adaptándose a las influencias coloniales y a las tradiciones cristianas, pero siempre manteniendo el vínculo con sus orígenes.
Hoy en día, los nacimientos de barro de Ilobasco son mucho más que una representación religiosa de la Navidad; son un símbolo de la identidad cultural de El Salvador. Además de recordar el nacimiento de Jesús, cada uno de los nacimientos es la evidencia del crecimiento de las tradiciones a través de los años. Los artesanos, al igual que sus antepasados, siguen utilizando técnicas heredadas, pero añaden su toque personal y contemporáneo, garantizando que cada nacimiento sea una pieza llena de significado.