En estos gigantes naturales las personas desafían los límites de las alturas, descubren sus capacidades y ponen a prueba su resistencia.
Aventurarse por los imponentes volcanes significa poner a prueba nuestras capacidades físicas y vencer nuestros miedos. Por esa razón, para muchos salvadoreños no solo basta apreciar las maravillas de estos gigantes dormidos, sino que también buscan explorar sus terrenos y desafiar sus alturas.
En la actualidad, el turismo de volcanes ha permitido que los amantes de la adrenalina experimenten nuevas formas de conquistarlos, ya sea a través del senderismo, la escalada, el ciclismo de montaña o el trail running.
Mario Pérez, de 39 años, es uno de los muchos salvadoreños que practican el trail running, deporte que consiste en correr por senderos de montañas, cerros y volcanes, cuyos terrenos son irregulares y difíciles de andar por los obstáculos que presentan: rocas, raíces, hierbas, subidas y bajadas. El deportista afirma que empezó a practicar este deporte en 2019, tras sufrir un accidente cerebrovascular y recibir la recomendación de hacer deportes para su recuperación. Comenta que el trail running requiere de mucha concentración, equilibrio, buena condición física y resistencia.
Durante estos años, Pérez ha tenido la oportunidad de recorrer cerros, montañas y volcanes de El Salvador junto al grupo Mimen Multisport. Además, ha participado en carreras del circuito de los volcanes, en las que ha corrido desde el Cerro Verde, atravesando el Ilamatepec, hasta llegar al de Izalco.
Otros deportes
Por otro lado, el guía turístico certificado, Marlon Osorio, destaca que el Complejo de los Volcanes ofrece una variedad de actividades familiares, como el senderismo interno de 30 minutos en el Parque Natural Cerro Verde en Santa Ana, en el cual las personas disfrutan de un recorrido interpretativo, conocen la historia y la flora del lugar, así como de vistas panorámicas.
Sin embargo, si se busca algo más extremo, las personas pueden realizar senderismo en el volcán Ilamatepec o escalar en el volcán de Izalco, ubicados entre Santa Ana y Sonsonate. Los tours salen todos los días, por las mañanas, desde el Cerro Verde, y son acompañados por guías y la Policía de Turismo de El Salvador.
Según Marlon, para este tipo de aventuras se requiere una buena condición física, no padecer de enfermedades crónicas preexistentes, usar calzado y ropa deportiva, ingerir comida ligera y mucha agua.
Además, Osorio revela que el volcán de Izalco es el de más difícil acceso, puesto que requiere de una extenuante caminata en un terreno sumamente escarpado y resbaladizo, sin diseño ni construcción, totalmente expuesto a los rayos del sol.
Asimismo, el descenso se siente como surfear entre rocas y arenas, pero lo más difícil del recorrido es la subida de las 1,365 gradas para llegar al Parque Natural Cerro Verde.
Por último, en los volcanes Chichontepec (San Vicente) y Chaparrastique (San Miguel) también se practica la escalada, mientras que por los senderos del Parque Nacional El Boquerón se puede realizar ciclismo de montaña.