Tony Acosta, una leyenda viva de la música romántica de El Salvador

A diferencia de las bandas de la Época de Oro, Tony Acosta debutó en la música como solista y se dedicó a escribir sus propios éxitos musicales. Hasta el día de hoy, cuenta con 58 años de trayectoria musical y continúa deleitando a muchos con su distinguida voz.

Antes de que se le pasara por la mente convertirse en cantante, Tony Acosta se dedicó al cuidado de caballos, a la construcción de casas y a la venta de tortillas y tamales en el barrio Santa Lucía (ahora colonia Escalón), donde nació el 8 de octubre de 1946.

Se crió en una familia de escasos recursos. Su madre era cortadora de café y su padre, a quien conoció cuando ya era mayor, fue jornalero.

Ovidio Ordóñez Acosta, nombre real del artista, recuerda que fueron sus compañeros de trabajo los que un día descubrieron su talento al escucharlo cantar temas de Javier Solís en la construcción.

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Desde aquel día y motivado por sus compañeros, decidió luchar para que su voz se escuchara más allá de las cuatro paredes. Por ello, aprendió a tocar guitarra e inició a cantar en escuelas.

A sus 13 años escribió su primera canción, “Vibra mi guitarra”. Mientras que, en 1966, hizo sus primeras grabaciones, bajo el sello discográfico de Dicesa, lugar donde comenzó trabajando en las bodegas.

 “Yo cantaba lo que fuera y donde fuera, con tal de que la gente me oyera. Las personas me decían que era agradable, entonces, fui creyendo eso y así fue como comencé la lucha, que duró hasta los 19 años, cuando grabé mi primer disco ‘Deme oportunidad’, afirmó.

Sus primeros dos discos de 45 revoluciones por minuto (RPM) fueron “Deme oportunidad” y “Regalo del cielo”. Luego llegaron los temas “Qué será, qué será” y “Te quiero”. “En el 67 pegué un bombazo fuerte con el tema ‘Amamos’ que se oyó por todos lados. Después les siguieron ‘Cosas de su edad’, agregó.

Tras lanzar su primer Long Play (LP) “30 minutos con Tony Acosta”, el artista realizó giras por Europa, el Centro, el Sur y el Norte de América.

Ganó festivales locales y fue invitado a cantar en otros internacionales, como La Guardia de Oro en Costa Rica (1974) y Festival de Viña del Mar en Chile (1975), siendo por muchos años el único salvadoreño en pisar el escenario de este último evento. Décadas después, en 2016, la artista Paty Menéndez también lo hizo.

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Para 1976, Acosta ya contaba con una sólida carrera que lo llevó a ostentar el galardón “Disco de oro”, otorgado por canal 6 por su grabación “Para que no me olvides”.

Años más tarde, en 2015, la Asamblea Legislativa de El Salvador lo reconoció como “Artista distinguido” por su larga trayectoria musical que, hasta hoy suma 58 años.

A su diversidad de reconocimientos, también se unió el Premio Actitud, el cual fue otorgado por la Prensa de Los Ángeles (Estados Unidos) en 2019.

En definitiva, se puede decir que Tony, con más de 200 grabaciones de su autoría, ha desempeñado un papel crucial en la cultura nacional desde los años 60. A través de sus melodías románticas logró cautivar a miles de jóvenes de la “Época de oro” y, en la actualidad, su voz sigue conquistando a nuevas generaciones en El Salvador.