La Escuela Nacional de Danza Morena Celarié abre sus puertas para personas de todas las edades que desean formarse como profesionales en ballet clásico, danza contemporánea y danza folclórica.
Desde hace 74 años, la Escuela Nacional de Danza Morena Celarié se ha dedicado a la formación de bailarines profesionales y altamente calificados, quienes han representado a El Salvador tanto dentro como fuera de sus fronteras patrias.
Esta institución, que se consagra como la primera escuela de ballet fundada en el territorio salvadoreño, cuenta actualmente con 1,749 alumnos inscritos en sus cuatro departamentos: Ballet Clásico, Danza Contemporánea, Danza Folclórica y Pre-Danza. La población estudiantil va desde niños de 3 años hasta adultos mayores, quienes forman parte de cursos regulares y libres.
“Cada departamento cuenta con cursos libres, que son una o tres veces a la semana. También cuentan con cursos regulares que son cinco días a la semana. Estos son los cursos intensivos que forman bailarines profesionales en danza folclórica, danza contemporánea y en ballet clásico”, afirma el docente y bailarín salvadoreño, Kevin Dimas.
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Dimas añade que las clases se ofrecen de manera gratuita y están abiertas a personas de todas las edades interesadas en aprender sobre esta disciplina artística. Lo único que necesitan para ingresar es acercarse a la institución o pedir información a través de las redes sociales del Ministerio de Cultura, matricularse, llevar sus implementos personales y contar con disponibilidad de horarios.
“Lo que se busca es que haya una disciplina, porque es lo que ayuda al bailarín a tener la formación que se necesita para cumplir todo el proceso académico, ya sea de cinco, seis u ocho años, porque al final lo que determina a un bailarín es la disciplina y sus ganas de seguir aprendiendo y avanzando”, detalla.
Según el docente, los profesionales que se gradúan de la escuela de danza han logrado desarrollar su carrera en reconocidas instituciones, tanto dentro como fuera del país, incluyendo compañías, escuelas y universidades de prestigio. Entre ellas se encuentran la Compañía Nacional de Danza de El Salvador, el Ballet Nacional de El Salvador y el Ballet Folklórico Nacional de El Salvador.
De igual manera, indica que cada año la escuela produce una serie de espectáculos de calidad profesional que se presentan en teatros nacionales y espacios culturales para el disfrute de los salvadoreños.
Por su parte, Brittany Flores, de 18 años, es una de las estudiantes más destacadas de la escuela. Se ha caracterizado por ser disciplinada en su formación como bailarina profesional. Ingresó a los 11 años al departamento de Ballet Clásico y, a los 14, pasó a formar parte del departamento de Danza Folclórica.
“La danza me ha ayudado mucho en mi vida. Me ha traído mucha alegría y muchas experiencias gratificantes, ya que he podido conocer a bastantes personas que me han apoyado y me brindan mucho conocimiento de este arte”, asegura Flores.
La salvadoreña revela que desde pequeña sentía una gran pasión por el baile. Cada vez que asistía a eventos de danza, se decía a sí misma: “Yo quiero ser una de ellas”. Movida por ese sueño, expresó a su familia su deseo de ingresar a la Escuela Nacional de Danza Morena Celarié. Hoy, ese anhelo se ha hecho realidad, y forma parte de los elencos principales de la institución.
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En síntesis, muchos jóvenes salvadoreños, como Brittany, han encontrado en la danza no solo una forma de expresión sino también un camino para alcanzar sus sueños. Con cada movimiento, demuestran que el talento, sumado a la perseverancia, puede convertir una pasión de infancia en una carrera brillante en los escenarios.
