Hulk Hogan, el rostro icónico de la lucha libre profesional de la década de 1980, quien convirtió su destreza en el ring en una carrera como actor, murió a los 71 años, informó medios estadounidenses el jueves.
Hogan, conocido por su imponente físico de dos metros, su pañuelo y su distintivo bigote rubio, falleció en su casa de Florida, dijo NBC News, citando a su gerente Chris Volo. TMZ también informó la noticia con fuentes anónimas.
Con su inconfundible bigote rubio, músculos de acero y el grito de guerra “Whatcha gonna do, brother?”, Hogan marcó una época. Fue más que un luchador: fue un fenómeno cultural que trascendió generaciones y fronteras. Dominó los cuadriláteros durante los años 80 y 90, convirtiéndose en héroe de millones y en protagonista de inolvidables rivalidades frente a nombres como André el Gigante, Randy Savage o The Ultimate Warrior.
Además de su carrera sobre el ring, Hogan también brilló como actor, empresario y figura mediática, consolidando su estatus como una de las celebridades más reconocidas del mundo.
Su partida deja un vacío imposible de llenar en el universo del entretenimiento deportivo. Fanáticos, colegas y celebridades ya han comenzado a rendir tributo a quien, para muchos, fue el más grande de todos los tiempos.
Aportes AFP
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