La Ruta de Los Nonualcos, una opción perfecta para disfrutar en vacaciones agostinas

La Ruta de Los Nonualcos, una opción perfecta para disfrutar en vacaciones agostinas

Comienza a hacer tus maletas e incluye en tus planes estos pueblos pintorescos para disfrutar de las vacaciones agostinas.

Con las vacaciones agostinas cada vez más cerca, ya son muchos los que se preparan para desconectarse de la rutina diaria y disfrutar de un merecido descanso. Si bien San Salvador concentra muchas de las actividades para disfrutar en esos días, el país entero ofrece opciones turísticas, culturales y naturales que se pueden explorar con amigos o familiares fuera de la capital.

Una de esas opciones es la Ruta de Los Nonualcos, en el departamento de La Paz, donde encantadores y coloridos pueblos reciben con los brazos abiertos a turistas nacionales e internacionales que buscan una experiencia diferente, lejos del bullicio de la ciudad y en contacto con lugares impresionantes.

El tour se puede iniciar en Zacatecoluca, un pueblo rico en historias y tradiciones que se remontan a la época precolombina. En 1844 este poblado obtuvo el título de ciudad y desde entonces se ha convertido en uno de los lugares más importantes de La Paz.

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Paseo del Canasto

Foto Guillermo López

¿Qué se puede hacer en Zacatecoluca? Los turistas pueden disfrutar del “Paseo del Canasto”, un colorido espacio ubicado en la 2a calle poniente en el barrio San Sebastián Analco. Este hermoso lugar fue inaugurado en 2024 con el objetivo de resaltar la identidad cultural del pueblo, que en décadas anteriores se dedicaba a la fabricación de canastos.

“Este barrio era el lugar de los artesanos que hacían los canastos con vara de bambú hace muchos años. Debido a eso es que creó el ‘Paseo del Canasto’ para que la gente conozca la historia y le rinda homenaje a quienes los elaboraban”, asegura María Cordova, habitante del barrio San Sebastián Analco y sobrina de Miguel Catedral, uno de los recordados artesanos de la localidad.

En este paseo, los visitantes podrán fotografiarse en la calle que ha sido decorada con más de 500 canastos colgantes de colores o admirar los imponentes murales que rinden tributo a los habitantes que se dedicaban a la elaboración de estos artículos.

Terraza de la catedral

Foto: Guillermo López

Por otro lado, los amantes de las alturas también pueden vivir una experiencia única al subir a la terraza de la Catedral de Nuestra Señora de los Pobres y disfrutar de vistas panorámicas hacia toda la ciudad de Zacatecoluca, al imponente volcán Chichontepec y a las costas que bañan estas tierras.

Durante el ascenso, se puede observar detalles arquitectónicos de la catedral, como sus arcos, columnas y vitrales. Cabe destacar que este paseo no es apto para personas con fobia a las alturas, además se recomienda llevar ropa y zapatos cómodos para subir las escaleras y disfrutar del recorrido.

Según Rafael Sánchez, párroco de la catedral, quienes deseen realizar este tour deben contar con un permiso, el cual puede solicitarse en las oficinas parroquiales ubicadas en la misma catedral, además de estar acompañados por un guía local durante todo el recorrido. 

“Es un lugar bonito porque tiene espacio para poder ver toda la ciudad, y si se sube hasta la torre central, la parte más alta, se puede tener una panorámica de toda la ciudad y parte del departamento”, agrega el párroco.

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Ichanmichen

Foto: cortesía

Si los planes son otros y se busca opciones más frescas y familiares. Entonces, el Parque Acuático Ichanmichen es la mejor alternativa. Este lugar tiene un área de 43 manzanas de terreno y posee las etapas de piscina “zona popular”, “zona familiar” y “zona la fuente”, con dos piscinas para niños y cinco estanques; así como dos canales de nacimiento de agua, un tobogán de 6.50 metros de altura y dos toboganes de caída libre.

Como parte de los atractivos mitológicos, Ichanmichen tiene fuentes de agua cristalina como las pozas de “El Cipitío”, “La Siguanaba”, “La fuente de Xochitl”, “El rincón de la Valentina” y “El acuario de la sirena”, todas rodeadas de una abundante vegetación.

Tour por ermitas 

Foto: Guillermo López

El recorrido puede continuar hacia San Juan Nonualco, un acogedor pueblo ubicado a tan solo siete minutos en automóvil desde Zacatecoluca. Allí, los visitantes pueden embarcarse en una fascinante travesía por sus seis iglesias, una en cada barrio, descubriendo las historias detrás de su construcción y los acontecimientos que marcaron su pasado.

Al caer la tarde, el ambiente se llena de sabor y tradición. Los turistas pueden disfrutar de una variada oferta gastronómica con bebidas calientes y delicias típicas como atoles, pupusas, riguas y pastelitos de maíz. Además, la calle principal, justo frente a la iglesia San Juan Bautista, se transforma en un espectáculo visual: cientos de foquitos iluminan el entorno y se entrelazan con listones multicolores, creando el escenario perfecto para capturar recuerdos inolvidables.

Un pueblo de estilo colonial

Foto: Guillermo López

Otro de los encantadores pueblos que no puede faltar en esta travesía es San Pedro Nonualco, ubicado a tan solo 25 minutos de San Juan Nonualco. Este pintoresco destino transporta a sus visitantes a la época colonial, con sus calles empedradas, casas de adobe y tejas, y una majestuosa iglesia dedicada a San Pedro Apóstol.

El templo comenzó a edificarse a finales del siglo XIX y fue finalizado a inicios del siglo XX. En lo alto de su estructura se alza la imagen del santo patrono, como un guardián que protege al pueblo desde las alturas. Un detalle curioso es que sus campanas, traídas desde Italia en 1950, tienen un sonido tan potente que resuena en todos los cantones del distrito.

San Juan Nonualco

Además de su riqueza histórica y arquitectónica, San Pedro Nonualco es conocido como “La Capital de la Fruta”, gracias a la abundancia y calidad de sus cultivos frutales, especialmente las naranjas y otras variedades cítricas que deleitan a propios y visitantes.

Estos destinos son perfectos para recargar energías, botar el estrés, disfrutar del país y consumir lo local. Lo mejor de todo es que pueden recorrerse en un solo día, sin prisa y sin preocupaciones, permitiendo una conexión genuina con la cultura, la historia y la calidez de su gente.