Especialistas aseguran que la aparición de calvas, descamaciones y picazón en tus mascotas pueden indicar trastornos que requieren atención urgente.
La pérdida de pelo en perros y gatos es un problema común que preocupa a dueños de mascotas. Y es que, aunque perder pelo en forma de muda es algo normal, la aparición de calvas, descamaciones, picazón intensa o pelo quebradizo en tu mascota puede indicar trastornos que requieren atención médica urgente.
Según el sitio www.petdermatologyclinic.com, hay varias razones por las que los gatos y los perros pueden perder el pelo. Uno de los factores más comunes es la presencia de pulgas y ácaros. Estos parásitos provocan picazón intensa, llevando al animal a rascarse o lamerse en exceso, lo cual genera la pérdida de pelo. Pero también existen causas menos visibles: las alergias alimenticias o ambientales, infecciones bacterianas o fúngicas (como la tiña) y deficiencias nutricionales.
Los síntomas de alerta más comunes son el cambio en la textura del pelo, aparición de zonas sin pelaje, enrojecimiento de la piel, costras o lamido excesivo en áreas específicas.
Prevenir la caída anormal de pelo es posible si se siguen algunas recomendaciones básicas:
Bañar al animal con productos específicos para su tipo de piel y raza, y cepillarlo con frecuencia para remover el pelo muerto y distribuir los aceites naturales.
Usar tratamientos antipulgas y desparasitantes recomendados por el veterinario, así como limpiar regularmente los espacios donde duerme la mascota.
En animales con ansiedad, aburrimiento o falta de estimulación, es común el lamido compulsivo que lleva a la pérdida de pelo. Brindar juegos, paseos y un ambiente tranquilo es clave.
Un diagnóstico temprano puede evitar complicaciones mayores. En casos de caída excesiva, el veterinario puede realizar pruebas de piel, análisis de sangre o exámenes hormonales para identificar la causa exacta.