Préstale mucha atención a las señales que te da tu cuerpo, pues podrías estar presentando síntomas de una parálisis facial.
La parálisis facial es una condición médica que afecta el funcionamiento de los músculos de la cara, provocando una pérdida parcial o total del movimiento en un lado del rostro. Detectarla a tiempo puede ser crucial para recibir el tratamiento adecuado y evitar secuelas a largo plazo.
De acuerdo con especialistas, la parálisis facial se produce cuando el nervio facial (también llamado séptimo par craneal) sufre una inflamación, lesión o interrupción en su funcionamiento. Esta afección puede tener diversas causas, como infecciones virales, traumatismos, tumores o accidentes cerebrovasculares. Una de las formas más comunes es la parálisis de Bell, que suele aparecer de manera repentina.
Sus principales síntomas son: Debilidad o parálisis repentina en un lado del rostro, caída de la comisura de la boca, pérdida de sensibilidad en el rostro, problemas para cerrar el ojo afectado, exceso o falta de lágrimas y saliva, dolor detrás de la oreja, dificultad para hablar o pronunciar palabras
«Los primeros indicios de una parálisis facial, suelen ser engañosos y fácilmente atribuibles a afecciones menores. Un dolor localizado en el ojo, similar al que precede a un orzuelo, puede ser la primera señal. Este malestar suele acompañarse de dificultades para parpadear de manera normal, donde un ojo responde mientras el otro presenta resistencia o incapacidad total para cerrarse», detalla el sitio medicinaysaludpublica.com.
La mayoría de los casos de parálisis facial, especialmente la parálisis de Bell, tienen una recuperación favorable en pocas semanas o meses. Sin embargo, el pronóstico mejora significativamente con una atención médica oportuna.