Empieza las fiestas desde el equilibrio: come con conciencia, disfruta sin culpa y nutre tu cuerpo con intención.
A medida que se acerca la temporada festiva, los compromisos, convivios y antojos comienzan a alterar nuestra rutina alimenticia. Sin darnos cuenta, los excesos se vuelven parte del día a día. Sin embargo, existe una práctica sencilla que puede ayudarnos a disfrutar la comida con equilibrio y sin culpa: el Mindful Eating o alimentación consciente.
El Mindful Eating es una técnica derivada del mindfulness o atención plena, que busca que la persona coma de manera más consciente, pausada y conectada con sus sensaciones físicas y emocionales.
Como explica la psicóloga Sira Balanzat, especialista en trastornos alimentarios, se trata de “poner atención plena a la hora de cocinar y comer, tomando conciencia de lo que está ocurriendo y de cómo nos sentimos”.
Esta práctica permite reconectar con el acto de alimentarnos, alejándonos de los impulsos o la ansiedad que muchas veces nos llevan a comer sin hambre real. En lugar de hacerlo desde la culpa o la restricción, el mindful eating nos invita a disfrutar, elegir con libertad y escuchar a nuestro cuerpo.
¿Cómo ponerlo en práctica?
No se trata de seguir una dieta estricta, sino de transformar nuestra relación con la comida.
Algunos pasos sencillos para empezar son:
- Come sin distracciones: evita el celular, la televisión o el trabajo mientras comes.
- Activa tus sentidos: observa los colores, aromas y texturas de los alimentos.
- Respira antes de comer: haz una breve pausa para identificar si realmente tienes hambre.
- Come despacio: mastica bien cada bocado y saborea el momento.
- Escucha tu saciedad: detente cuando sientas satisfacción, no cuando el plato quede vacío.
Platillos ideales para una alimentación consciente
- Adoptar esta práctica no significa privarse, sino elegir alimentos que nutran y aporten bienestar. En la etapa previa a las fiestas puedes optar por:
- Ensaladas templadas con verduras de temporada, legumbres, aguacate o cereales integrales.
- Tazones energéticos (bowls) con base de quinoa, camote asado, vegetales y proteínas magras como pollo, tofu o pescado.
- Cremas naturales, como las de calabaza o zanahoria, acompañadas de semillas y un toque de aceite de oliva.
- Snacks saludables, como frutos secos, yogur natural con frutas o bastones de verduras con hummus.
- Infusiones o agua con frutas naturales para reemplazar refrescos o bebidas alcohólicas.
Estos platillos no solo favorecen una digestión ligera, sino que también entrenan al cuerpo y la mente para reconocer sus verdaderas necesidades, ayudando a evitar comer por impulso durante las festividades.
Practicar Mindful Eating antes de la temporada de fiestas es una excelente forma de disfrutar sin culpa y mantener un equilibrio saludable.
Más que una técnica, es una invitación a reconciliarnos con la comida, disfrutando cada bocado con atención, gratitud y presencia.
