Cenas ligeras para cerrar el año sin remordimientos

Diciembre nos invita a bajar el ritmo y escuchar lo que el cuerpo necesita. Y muchas veces, esa necesidad es simplemente cenar más suave. Unas recetas ligeras pueden ayudarnos a cerrar el día y el año con más equilibrio.

Para despedir el año con el cuerpo más ligero y la mente más tranquila, nada como apoyarte en cenas fáciles, nutritivas y que puedas dejar listas con antelación. Cuando llega la noche, lo último que quieres es pensar demasiado, así que aquí tienes cuatro propuestas reconfortantes que se preparan casi solas y que te ayudarán a dormir mejor.

Crema de calabacín

La primera es una crema de calabaza o sus también parecidos el calabacín o ayote. Solo tienes que poner a cocer media calabaza con una zanahoria, una papa pequeña, media cebolla y un trocito de jengibre. En unos veinte minutos las verduras estarán tiernas; entonces solo queda triturarlo todo con un chorrito de aceite y un poco de sal. El resultado es una crema suave, dulce y con ese toque cálido del jengibre que reconforta al final del día. Lo mejor es que puedes preparar una buena cantidad y guardarla en la nevera hasta cinco días.

Salteado exprés de verduras con tofu o pollo

Otra opción perfecta para noches rápidas es un salteado de verduras con tofu o pollo. Basta con calentar una sartén con un poco de aceite y ajo picado, añadir las verduras que tengas a mano pimiento, calabacín, zanahoria, setas y saltearlas a fuego medio. Cuando estén tiernas pero aún crujientes, incorpora dados de tofu previamente dorados o tiras de pollo ya cocinado. En pocos minutos tendrás un plato completo y lleno de sabor. Si quieres intensificarlo, un toque de salsa de soja o unas semillas de sésamo tostado lo elevan al instante.

Tortilla de verduras

La tercera propuesta es una tortilla de verduras al horno que te resuelve varias cenas de la semana. La preparación es muy sencilla: bate seis huevos con un chorrito de leche y mezcla espinacas, calabacín picado, cebolla y zanahoria rallada. Vierte la mezcla en una fuente y hornea a 180 °C durante unos veinticinco minutos. Una vez lista, solo tienes que dejarla enfriar, cortarla en porciones y guardarla en la nevera. Por la noche, calientas un trozo, lo acompañas con una ensalada fresca y en dos minutos tienes la cena hecha.

Ensalada integral

Y para quienes buscan variedad sin complicaciones, un bol ligero siempre es una gran idea. Empieza con una base que te guste arroz integral o quinoa y añade verduras asadas, que aportan sabor y textura sin esfuerzo. Completa el plato con una proteína suave como huevo cocido, garbanzos o atún, y termina con un aliño sencillo de limón y aceite de oliva. Puedes cambiar los ingredientes cada día y así disfrutar de una cena ligera sin caer en la monotonía.

Con estas cuatro recetas fáciles, saludables y llenas de sabor, cerrar el año sin remordimientos es más que posible. Solo necesitas un poco de organización y la intención de cuidarte cada noche.