El calor y el sudor pueden arruinar cualquier maquillaje, pero no tiene por qué ser así. Con los productos y trucos adecuados, tu look puede durar todo el día.
Ya lo sabemos: el calor no perdona. Y si eres de las que se maquillan en la mañana y al mediodía ya tienen la base craquelada, el delineador corrido y la piel brillosa como si te hubieras puesto mantequilla… este artículo es para ti.
Porque sí, hay una forma de lograr un maquillaje que dure todo el día, con sudor, con sol, con humedad, y que se vea bien. Solo necesitás buenos productos, algunos truquitos y sobre todo, entender qué necesita tu piel para que el maquillaje no se derrita.
Prepara tu piel
Vamos por partes. Primero lo primero. No hay maquillaje que aguante si tu piel no está bien preparada. Así de simple. Antes de aplicar cualquier producto, asegúrate de que tu rostro esté limpio e hidratado. Pero ojo, en verano no es lo mismo que en invierno: si tu piel se vuelve más grasa con el calor (como le pasa a muchas), opta por usar algo hidratante pero ligeras o serums con base acuosa que se absorban rápido y no dejen sensación grasosa.
Sabes hay quienes prefieren usar una loción tipo tónico con pepino o aloe vera para refrescar, y combinarla con un suero ligero. Eso te da la hidratación necesaria sin que te derritas al mediodía.
El truco del Primer
Un buen primer hace toda la diferencia, sobre todo si tenés piel mixta o grasa. Elegí uno que diga “oil-control”, “matificante” o “long wear”. Esto va a ayudar a que la base se fije mejor, dure más y controle el brillo en esas zonas críticas como la frente, la nariz o el mentón.
Y sí, también podés llevarlo en la bolsa y retocar durante el día. Algunos vienen en versión spray, así que refrescan y ayudan a sellar de nuevo.
Cuidado con la base
Cuando hace calor, menos es más. En serio. Usá una base ligera y de larga duración, o si preferís, un tinte o BB cream con cobertura natural.
Pero si te gusta una cobertura más completa, probá con fórmulas a prueba de agua y de larga duración. Una base que te mantenga hidratante pero sin brillar demasiado. Para que el tono te quede exacto, también podés mezclar la base con gotitas acorde a tu tono si está muy clara o muy oscura.
El fijador
Un tip de maquillista profesional: aplicá fijador en capas, no solo al final. Después del primer, fijador. Después de la base, fijador. Y al final, otra vez. Este truco ayuda a “bloquear” el maquillaje capa por capa y hace que todo dure muchísimo más.
Polvos, pero con medida
Sí, necesitás polvos para sellar. Pero cuidado: demasiado polvo más sudor puede convertirse en una pasta nada favorecedora. Usá polvos ligeros y translúcidos, aplícalos solo donde sea necesario: la zona T y áreas donde hayas puesto corrector. Todo lo que pongas en crema (base, corrector, blush) se va a fijar mejor si lo sellás con polvo.
Ojos a prueba de párpado graso
El calor hace que muchas sombras simplemente no se queden en su lugar. Por eso, en vez de usar una prebase líquida que puede volverse aceitosa, opta por una prebase en crema seca, se fijan mejor, eliminan el brillo del párpado y hacen que el color dure más.
Y por supuesto, rímel y delineador waterproof, siempre. Nada de terminar con el ojo tipo panda.
Y para cerrar: labios y retoques Los labiales líquidos mate son tus mejores aliados si querés que el color dure horas, incluso después de comer o tomar algo.
Consejitos extras:
Lleva siempre en tu bolso:
- Un spray hidratante ligero (puede ser agua de rosas o agua termal).
- Blotting papers para eliminar brillo sin arrastrar el maquillaje.
- Polvo compacto para retocar solo si es necesario.
El maquillaje que resiste el calor no es un mito. Solo hay que saber elegir lo que funciona y evitar los errores típicos como usar productos demasiado pesados, no preparar bien la piel o aplicar polvos en exceso.