¿Cuánto dura la comida en el refrigerador?

Saber cuánto tiempo podemos guardar la comida en buen estado dentro del refrigerador es más importante de lo que parece. No solo ayuda a evitar el desperdicio, también te puede ahorrar una intoxicación.

Aunque el refrigerador es nuestro gran aliado en la cocina, no todo dura para siempre ahí adentro. Antes de empezar, hay que tener algo claro: la duración de los alimentos depende de varios factores. No es lo mismo guardar una carne recién comprada que una que ya traía días en el súper. También influye la temperatura del refri (lo ideal es que esté entre 1 °C y 4 °C), la humedad, si el envase está bien cerrado, y si ya lo abriste o no.

Así que los tiempos que te damos aquí son una guía general, y siempre hay que usar el olfato, la vista y el sentido común.

Lácteos: no duran tanto como crees

Los productos lácteos pueden parecer duraderos, pero en realidad su vida útil es más corta de lo que muchos creen. Por ejemplo, la leche sin abrir puede durar entre 5 y 7 días en el refrigerador, pero una vez abierta lo ideal es consumirla en un plazo de 3 a 4 días. El yogur cerrado puede mantenerse en buen estado hasta por dos semanas, mientras que si ya lo abriste, es mejor consumirlo en 7 a 10 días. En el caso de los quesos, los de tipo duro como el manchego o el gouda duran bastante bien, entre 3 y 4 semanas, pero los blandos como el brie, el camembert o el requesón solo aguantan hasta una semana. La mantequilla, por su parte, puede durar unas tres semanas en refrigeración sin problema.

Un buen consejo para conservar los lácteos es evitar guardarlos en la puerta del refri, ya que la temperatura ahí sube y baja cada vez que lo abres. Mejor colócalos en los estantes del centro, donde el frío se mantiene más constante.

Carnes, pollos y embutidos: con más cuidado todavía

Cuando se trata de carnes y productos de origen animal, hay que tener especial cuidado. Las carnes crudas como la de res, cerdo o cordero pueden mantenerse en buen estado en el refrigerador entre 3 y 5 días, siempre que estén bien almacenadas. El pollo o pavo crudos, en cambio, son mucho más delicados y deben consumirse en un plazo de 1 a 2 días máximo.

Si ya cocinaste la carne, puedes guardarla en el refri durante unos 4 días sin problema, mientras que las aves cocidas duran un poco menos, entre 3 y 4 días. En cuanto a los embutidos como el jamón, las salchichas o el tocino, una vez abiertos, conviene consumirlos dentro de los 3 a 6 días siguientes.

Un buen tip de higiene y seguridad es guardar todos los productos crudos en el estante más bajo del refrigerador, bien cerrados o en recipientes herméticos. Así evitas que los jugos escurran y contaminen otros alimentos. Un pequeño hábito que hace una gran diferencia.

Frutas y verduras: no todas van en el refrigerador

Aunque solemos meter casi todo al refri por costumbre, no todas las frutas y verduras lo necesitan, y algunas incluso salen perjudicadas. Las manzanas, uvas, naranjas y fresas pueden durar en buen estado hasta dos semanas si las guardas en el cajón de frutas. Pero si ya están cortadas, lo ideal es consumirlas en un plazo de 2 a 3 días. Las hojas verdes como la lechuga o la espinaca aguantan frescas unos 5 días, mientras que las verduras más firmes como la zanahoria o el pepino se conservan bien por una o dos semanas.

Eso sí, hay productos que es mejor mantener fuera del refri, como el plátano, el tomate o la cebolla. Enfriarlos puede hacer que pierdan sabor, textura y se echen a perder más rápido de lo que imaginas.

En cuanto a los huevos, si están crudos y con cáscara, pueden durar hasta 5 semanas dentro del refrigerador, siempre y cuando los mantengas en su envase original y no los laves antes de guardarlos.

¿Y qué pasa con el congelador?

El congelador es ideal para conservar alimentos por mucho más tiempo, pero no todo se congela igual ni dura lo mismo. Algunas cosas como ensaladas, hojas verdes, frutas muy acuosas o salsas con mayonesa no se recomiendan congelar porque pierden su textura y sabor.

En cambio, las carnes crudas (res, pollo, cerdo, pavo) pueden durar entre 4 y 12 meses, mientras que las cocidas aguantan de 3 a 4 meses. Los embutidos como jamón, tocino o salchichas duran de 1 a 2 meses congelados. El pescado crudo se conserva bien hasta por 8 meses. Los huevos también pueden congelarse, pero solo si están batidos y sin cáscara; así pueden durar hasta un año, aunque su sabor puede cambiar.

Y un consejo clave: si compras comida congelada, guárdala de inmediato sin dejar que se descongele. Eso mantiene su calidad y evita riesgos de contaminación.