En el Día Mundial de la Salud Mental y Día del psicólogo salvadoreño queremos recordarte que la salud emocional es igual de importante que la salud física, y es por ello, que para su cuidado es vital recibir atención de profesionales de la psicología.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la salud mental es “un estado de bienestar mental que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, poder aprender y trabajar adecuadamente y contribuir a la mejora de su comunidad”. En pocas palabras, es sentirnos bien anímicamente de modo que podamos ser personas funcionales. De igual forma, la salud mental está considerada como un derecho universal que no solo beneficia al individuo, sino también a la comunidad en la que se desenvuelve.
Ahora bien, si este tipo de salud es tan importante, ¿por qué sigue siendo una de las más descuidadas? Partamos de lo simple: cada vez que nos enfermamos vamos al doctor, compramos medicina y todo está solucionado. Sin embargo, ¿qué hacemos por nuestro bienestar emocional?
¿Salud emocional o salud mental?
Sabemos que es un tema muy complejo y para ello es importante comprender un par de cosas. Lo primero es tener claro que, aunque se hable de salud emocional y salud mental por separado, ambas convergen en un mismo espectro. De acuerdo con la psicóloga clínica, Luisa Batres, la salud mental abarca tres grandes áreas: la salud emocional, la psicológica y la social. De este modo, nuestra salud mental es la que determina la gestión de nuestras emociones, la toma de decisiones y cómo nos relacionamos con las personas que nos rodean.
Por otro lado, y aunque solemos concluir que los sentimientos y las emociones son lo mismo, la licenciada Batres nos plantea que, a pesar de que ambos elementos pueden llegar a estar relacionados, lo cierto es que no son lo mismo. Mientras que los sentimientos suelen ser prolongados como el amor que sentimos por alguien, las emociones son reacciones momentáneas. Al tener claro esto, resulta mucho más fácil poder identificar cuando hay un desorden o desbalance en nuestra salud emocional. Es decir, un estado de tristeza producto de una situación como una pérdida puede llegar a prolongarse hasta convertirse en una depresión, condición que requiere de la ayuda de especialistas.
Rompamos tabúes “La terapia es para locos”
Sin importar que se ha demostrado que la terapia psicológica es una de las grandes herramientas para cuidar de nuestro bienestar mental y emocional, sigue existiendo el estigma o creencia que solo las personas “locas” van a terapia. Pero, para entender un poco más sobre esta práctica hay que dejar una cosa muy clara: la terapia psicológica no resuelve nuestros problemas, sin embargo, sí nos ofrece herramientas para afrontar los distintos escenarios que pueden presentarse en nuestra vida.
Un coach no es un psicólogo
Aunque los coach de vida puedan ser una gran ayuda, lo cierto es que no cuentan con la preparación necesaria para dar herramientas necesarias para superar y afrontar las adversidades que se nos pongan enfrente. Un psicólogo no ofrece herramientas genéricas a quienes acuden a sus consultas. Cada una de las sugerencias que proponen están determinadas por la información que el paciente le ha brindado a lo largo de sus sesiones. Los psicólogos se toman el tiempo de escuchar, procesar y comprender las situaciones que les contamos para luego ofrecernos un abanico de herramientas y ejercicios que nos pueden ayudar a solucionar y sanar heridas. En palabras del licenciado Villacorta “no existe una receta mágica para sanar”.