Descubre el mundo maya a través de estos parques arqueológicos en El Salvador

Sumérgete en el mundo maya con estos imperdibles sitios arqueológicos de El Salvador

Los mayas fueron una civilización notable por sus avances en escritura, arte, arquitectura y conocimiento astronómicos. Hoy, parte de su historia puede conocerse a través de los vestigios que permanecen en parques arqueológicos de El Salvador. 

Hace más de 3,000 años, grupos nómadas se establecieron en las regiones tropicales que hoy conforman el sureste de México, Guatemala, Belice, Honduras y El Salvador. En medio de selvas densas y ríos caudalosos, aprendieron a domesticar su entorno. El cultivo del maíz marcó un hito decisivo en su forma de vida: en torno a esta planta sagrada, nacieron las primeras aldeas agrícolas del periodo Preclásico, surgieron espacios comunes, jerarquías, rituales y centros ceremoniales. Así, de manera gradual, se tejieron las bases de la civilización maya.

No obstante, esta sociedad colapsó tiempo después debido a una combinación de factores, como largas sequías, deforestación, guerras entre ciudades-estado, sobrepoblación y escasez de alimentos, que llevaron al abandono de sus grandes ciudades, principalmente en el periodo clásico (800-1000 d.C.).

Foto: Guillermo López

Tras su abandono, muchas de estas acrópolis permanecieron enterradas durante siglos, conservando en silencio una historia que poco a poco ha ido saliendo a la luz. El Salvador guarda una valiosa herencia de estas civilizaciones milenarias que habitaron estas tierras mucho antes de la llegada de los conquistadores. Son vestigios de los pueblos mayas que descifraron el cielo, dominaron el tiempo y dieron origen a uno de los universos culturales más complejos que hayan existido sobre la Tierra.

Hoy en día, estos sitios sagrados abren sus puertas para invitar al visitante a emprender un viaje por la mítica cultura maya de los pueblos precolombinos, donde cada piedra, cada montículo y cada trazo en el suelo encierra una historia que aún sigue impresionando a los que se atreven a conocerlos.

Foto: Guillermo López

¿Te imaginas un viaje entre ruinas misteriosas y reliquias que aún conservan las huellas de esas épocas? Todo ello se hace realidad al sumergirnos en este mundo maya que ha estado dormido por años en las tierras que hoy son El Salvador.

Por eso, en este artículo te invitamos a explorar algunos de los parques arqueológicos más representativos de estas culturas, conservados en distintas zonas del “Pulgarcito de América”, donde la historia del pueblo maya sigue viva, tallada en piedra, barro y tierra volcánica.

Parque Arqueológico San Andrés

Foto: Guillermo López

El Parque Arqueológico San Andrés es considerado uno de los asentamientos prehispánicos más extensos de El Salvador. Se cree que funcionó como una capital regional entre los años 600 y 900 d.C. Este antiguo sitio abarcaba más de 200 hectáreas e incluía un centro ceremonial rodeado por una vasta área residencial.

El lugar cuenta con una acrópolis, una plaza elevada donde se encuentran pirámides y vestigios de antiguas viviendas. Hacia el norte, hay una gran plaza que alberga otras pirámides, entre ellas una con forma de campana. Muchas de estas estructuras están abiertas al público, lo que permite disfrutar de un recorrido interesante en medio de un entorno natural.

Foto: Guillermo López

“La acrópolis fue un área que perteneció a la clase alta, a la clase gobernante, ya que San Andrés se considera una capital maya. Hasta este lugar, todos los años, llegan personas de pueblos indígenas para continuar realizando ceremonias en el sitio, por ejemplo solsticios y equinoccios”, indica Ashly Lobos, guía del lugar.

Ashly Lobos, guía del lugar.

Durante la visita, los turistas también pueden explorar el museo del Parque Arqueológico de San Andrés que cuenta con tres salas donde se presenta de forma detallada la historia, cultura y legado de las civilizaciones mayas que habitaron en el Valle de Zapotitán. Además, se exhiben piezas sagradas y artefactos descubiertos en excavaciones arqueológicas hace décadas, lo que permite apreciar el profundo valor histórico y espiritual del lugar.

El parque arqueológico se encuentra ubicado en el distrito de San Juan Opico, en el departamento de La Libertad, a pocos minutos de la capital salvadoreña.

Parque Arqueológico Joya de Cerén

Joya de Cerén

El Parque Arqueológico Joya de Cerén es un sitio sagrado que demuestra cómo fue la vida cotidiana de una aldea maya en el Periodo Clásico Tardío. El lugar fue sepultado por la erupción del Volcán Loma Caldera, aproximadamente para el año 650 d.C.

“Por este evento natural, los restos arqueológicos del sitio se encuentran intactos y en buen estado de conservación. Por esta situación, también es conocido como la Pompeya de América”, afirma el sitio web del Ministerio de Cultura.

Joya de Cerén es el único parque arqueológico en El Salvador que conserva vestigios de la vida cotidiana de los antiguos habitantes de Mesoamérica, con más de 1,500 años de antigüedad. Su valor radica, además, en el excepcional estado de preservación de restos botánicos y de fauna. Hasta hoy, es el único sitio en el país declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, distinción que recibió el 11 de diciembre de 1993.

El parque arqueológico se ubica dentro del Valle de Zapotitán, a 36 km al noroeste de la ciudad de San Salvador y a unos 6 km al sur de San Juan Opico, La Libertad.

 Parque Arqueológico Tazumal

Parque Arqueológico Tazumal

En el departamento de Santa Ana, específicamente en Chalchuapa se erige el Parque Arqueológico Tazumal, un asentamiento maya que existió alrededor de los años 100 y 1200 d.C., y que hoy es uno de los sitios ancestrales más visitados por turistas nacionales e internacionales.

Fue el primer parque arqueológico en El Salvador, oficialmente documentado en 1940 por el estadounidense Staley Boggs, y se encuentra entre los más antiguos de la región centroamericana. Este cuenta con dos pirámides, un juego de pelota maya y otras estructuras que fechan entre 400 d.C. y 1200 d.C. (del período Clásico Temprano al Posclásico Temprano.

“Una de las esculturas más importantes halladas en este sitio es la estela de Tazumal, con 2.65 metros de altura y 1.16 de ancho. Dentro de las actividades que podrás realizar está la visita guiada al Museo Ilustrativo, que contiene una extensa infografía con amplia información y detalles de la historia y del descubrimiento del parque”, indica elsalvadortravel.com.

Parque Arqueológico Casa Blanca

Parque Arqueológico Casa Blanca

Ubicado también en Chalchuapa, el Parque Arqueológico Casa Blanca alberga un antiguo centro ceremonial prehispánico con varios montículos y estructuras. El parque cuenta con un museo, diseñado con inspiración en las casas de las haciendas coloniales, donde se exhibe la única estela con escritura maya descubierta en El Salvador.

Además, el lugar ofrece una «ventana arqueológica» que permite observar distintos estratos naturales y culturales, entre ellos una notable capa de ceniza volcánica, resultado de la gran erupción del volcán Ilopango ocurrida en el siglo V d.C.

Parque Arqueológico Cihuatán

Parque Arqueológico Cihuatán

Cihuatán fue abierto al público como parque arqueológico el 17 de noviembre de 2007 y es considerado uno de los yacimientos arqueológicos más relevantes de la región centroamericana.

El sitio abarca aproximadamente 300 hectáreas de edificaciones continuas, dentro de las cuales se han identificado tres zonas principales, según las características de sus estructuras y las funciones que cumplían: un centro ceremonial delimitado por una muralla; el área de la acrópolis, una gran plataforma que alberga varias edificaciones y donde se encontraba la zona residencial de la élite; y el área doméstica, donde vivía la mayoría de la población. Se cree que la ciudad estaba rodeada por vastas zonas dedicadas a la agricultura.

Estas ruinas se encuentran en el kilómetro 36.5 de la carretera Troncal del Norte, a una hora aproximadamente de la ciudad de San Salvador. 

Si buscas explorar cada uno de estos parques arqueológicos, es importante que tengas en cuenta lo siguiente: Están abiertos de martes a domingo, de 9:00 a.m. a 4:00 p.m. El costo para salvadoreños es de $1, centroamericanos y extranjeros residentes $3, y no residentes $5. Mientras que, residentes del distrito donde se encuentran los parques, estudiantes con carné vigente, personas con discapacidad, adultos mayores y niños menores de 12 años, entran gratis.