Descubre los rincones naturales de El Salvador ideales para el avistamiento de mariposas

Descubre los rincones naturales de El Salvador perfectos para el avistamiento de mariposas

Introdúcete en áreas naturales y descubre la diversidad de mariposas que habitan en ellas. Haz este tour con amigos y familiares, y no olvides registrar cada momento en fotografías.

Las mariposas son mucho más que simples criaturas que embellecen el mundo, también son piezas clave en el equilibrio ecológico al ser polinizadoras, controladoras de plagas e indicadoras de la calidad del ambiente. 

En el mundo, según National Geographic, existen alrededor de 24,000 especies de mariposas. Mientras que en El Salvador habitan más de 1,000 especies de mariposas y polillas, de acuerdo con estudios de la Organización Mundial de la Sostenibilidad (WSO, por sus siglas en inglés).

Este insecto de seis patas y dos alas existe en casi todo el mundo, menos en la Antártida, ya que allí no hay plantas, flores ni árboles, que son necesarios para su desarrollo. Además, al ser de sangre fría no puede vivir en climas muy fríos.

Metamorfosis de las mariposas.

Para el biólogo salvadoreño, Rodrigo Leiva, las mariposas pertenecen al filo artrópodo y al orden de los homometábolos, un grupo de insectos superiores, los cuales, a lo largo de su vida sufren una serie de transformaciones complejas conocida como metamorfosis, y en la que suceden las fases de embrión, larva, pupa e imago (adulto).

Leiva explica que el nombre científico de las mariposas, “lepidóptero”, proviene del griego “lepis”, que significa “escama” y “pteron”, que significa “ala». Este término hace referencia a las pequeñas escamas que cubren sus alas. De hecho, las alas adquieren su color gracias a los pigmentos que tiñen sus células y a la estructura de las escamas que las recubren.

Los secretos de las mariposas

Mariposa llamada «Búho llorón».

En El Salvador, se pueden apreciar muchas especies, pero las más comunes son la Morpho azul, la “Alas de cristal”, la Heliconius erato, y la Monarca. Esta última, según el biólogo, es una de las mariposas que realiza uno de los vuelos migratorios más largos del mundo. Se estima que vuelan hasta 4,000 kilómetros desde Estados Unidos y Canadá hasta México, donde hibernan.

Mientras que, la velocidad máxima de vuelo de una mariposa es de hasta 40 kilómetros por hora. Pero si su temperatura corporal es inferior a 86 grados no pueden emprender vuelo. Asimismo, únicamente ven tres colores: rojo, verde y amarillo.

Por otro lado, Rodrigo afirma que en el país la mariposa Zestusa levona (Saltarina de cola corta) se considera local y endémica de la región. A simple vista no es tan bella como las demás y se observa en las zonas más boscosas del territorio.

Lamentablemente, el aumento de la deforestación, la densidad de población y el cambio climático en el país han puesto en peligro el hábitat de estos insectos polinizadores. “Al no haber plantas, no hay flores y si no hay flores, no hay néctar y si no hay néctar no hay alimentos para ellas, quienes cumplen el rol de ser polinizadores”, destaca el biólogo.

En este sentido, sostiene que la mejor forma para evitar su extinción es fomentando la conciencia ambiental y la responsabilidad sobre el cuidado del entorno, no solo para proteger la biodiversidad, sino también para garantizar el bienestar de las futuras generaciones.

Avistamiento de mariposas

Aunque ya no se ven las mariposas en grandes cantidades como hace un par de años. Todavía podemos apreciar el revoloteo de sus alas y su diversidad de colores en bosques, montañas, parques naturales y en jardines de nuestro país.

Los amantes de este insecto aprovechan cada oportunidad para viajar a los lugares más boscosos y realizar avistamiento de mariposas, una actividad que, al mismo tiempo, permite aprender sobre las diferentes especies que habitan en nuestro territorio.

En la actualidad, hay muchos lugares en los que se puede llevar a cabo este recorrido ecológico junto a familiares y amigos. Uno de ellos es el área natural protegida El Espino — Bosque Los Pericos — más conocido como el parque Bicentenario, donde se han reportado 183 especies de mariposas pertenecientes a 24 subfamilias de seis familias, según una investigación realizada por la Fundación Ecológica SalvaNatura.

En el parque Bicentenario apreciarás mariposas como Eunica monima (Alas púrpuras oscuras), Hamadryas februa (Tronadora gris), Pyrrhogyra otolais (Estandarte blanco), Danaus plexippus (monarca), Agraulis vanillae (Espejitos) y muchas más.

Por lo tanto, lleva tu cámara fotográfica o celular bien cargado para registrar sus movimientos. Eso sí, ten paciencia, camina silenciosamente y observa con detenimiento árboles y flores, ya que muchas veces no suelen verse a simple vista. 

La Fundación Ecológica SalvaNatura indica que la mariposa Smyrna blomfildia es de las que más abunda en El Espino, seguido de especies como: Anaea euryphile, Anaea rypea, Cónsul electra y Heliconius hortensa.

«Alas de cristal».

Otro de los oasis donde puedes apreciar a las mariposas es en el Parque Nacional El Imposible, ubicado en Ahuachapán y considerado el último refugio de animales en peligro de extinción en El Salvador. Aunque no hay un dato exacto de cuántas especies habitan en dicho lugar, los amantes de la naturaleza y biólogos como Rodrigo Leiva, lo recomiendan para hacer este tipo de actividades ecológicas.

Asimismo, el parque de Aventuras Surf City Walter Thilo Deininger nos invita a dejarnos seducir por la diversidad de mariposas que sobrevuelan su bosque, entre ellas el Monarca y las “Alas de cristal”. Este parque está a 39 kilómetros de San Salvador, en el cantón Hacienda San Diego, kilómetro 55 de la carretera Litoral, La Libertad. 

Sin embargo, si no quieres ir muy lejos, en la capital salvadoreña también puedes visitar el mariposario del Museo Tin Marín, ubicado a la par del parque Cuscatlán, donde puedes participar en la liberación de estos insectos junto a tus hijos.

En definitiva, aunque el avistamiento de mariposas hoy en día requiere más paciencia y dedicación, la experiencia es inolvidable. Cada encuentro con estas criaturas no solo te conectará con la naturaleza, sino que también te permitirá apreciar la diversidad que aún tenemos en El Salvador.