Descubre la exquisita oferta culinaria de Juayúa, sus hermosas cascadas, sus bosques nebulosos y los principales atractivos arquitectónicos que lo distinguen.
Juayúa es un destino encantador con raíces nahuas, construcciones antiguas y una exquisita tradición culinaria. Es conocido como “La ciudad gourmet” debido a su emblemático festival gastronómico que se celebra cada fin de semana en el parque central, donde se ofrece una amplia variedad de platillos nacionales e internacionales.
Uno de los platillos más buscados en este lugar es la rana toro, un manjar meramente exótico que solo lo venden en Ranitas’ Bar & Café, ubicado en 6ª calle Oriente, entre la 2ª y 4ª avenida Sur de Juayúa. El plato está compuesto por dos ranas, ya sea empanizadas, al ajillo o a la plancha, acompañada de arroz, ensalada de vegetales y tortilla. El precio es de $15 dólares.
Pero si lo tuyo no va con las comidas exóticas, puedes optar por visitar el pueblo durante el fin de semana para disfrutar de su festival gastronómico, donde consentirás tu paladar con antojitos que van desde la yuca frita, pasteles y pupusas, hasta refrescos naturales, atoles y sorbetes artesanales. Todo ello, mientras te dejas seducir por música folklórica.

También puedes recorrer el pueblo en carruaje o en trencito. Estos pintorescos transportes te darán un tour por las zonas más históricas de Juayúa, a las cuales puedes tomarles fotografías o videos.
Además, frente al parque central encontrarás tiendas de artesanías, cafés, viveros, restaurantes y galerías de arte. La iglesia del Cristo Negro también tiene sus puertas abiertas para que puedas recorrerla y admirar su arquitectura colonial.
Por otro lado, este pueblo precolombino esconde tesoros naturales y te ofrece aventuras de ensueño. Aquí, la tradición, la historia y la naturaleza se fusionan para ser una sola y llevarte a lugares mágicos como Las Siete Cascadas, un sitio natural perfecto para realizar caminatas, escalar o hacer rappel en más de una de sus gigantescas caídas de agua.

“En un promedio de cinco horas de caminata, entre subidas y bajadas, rodéate de mucha vegetación y disfruta el cántico de exóticas aves que habitan estas cascadas. Lo único que tienes que llevar es ropa cómoda, buen calzado y ganas de pasarla bien conectando con la naturaleza”, detalla elsalvadortravel.com.

La Laguna de las Ranas es otro de los destinos concurridos por propios y ajenos. En invierno, este manto de agua alberga una buena cantidad de anfibios que dan nombre a este lugar y es una de las atracciones que más les encanta ver a los visitantes.
Para algunos turistas, este destino es idóneo para hacer ecoturismo y apreciar mágicos bosques verdes y flores coloridas como la flor de tango, que es la que distingue a Juayúa dentro de la Ruta de las Flores.
Juayúa es uno de los pueblos más completos de Sonsonate porque ofrece aventuras extremas, naturaleza y turismo arquitectónico, opciones ideales para disfrutar un fin de semana con toda la familia.
Dale clic a este enlace, la ruta sigue en Nahuizalco.