La seguridad en línea ya no es un asunto exclusivo de especialistas: cualquier usuario puede ser víctima de un ataque si se descuida. Este 30 de noviembre, te invitamos a reflexionar sobre el papel de las contraseñas como herramienta básica de defensa digital.
Cada 30 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Seguridad Informática, una iniciativa que busca recordar la importancia de proteger nuestra información personal y digital. En un contexto donde los ataques informáticos son cada vez más frecuentes y sofisticados, los usuarios cumplen un papel fundamental adoptando buenas prácticas de seguridad.
Una de las defensas más básicas y efectivas es el uso adecuado de contraseñas seguras. Por ello, en esta fecha es oportuno repasar cómo crearlas y gestionarlas correctamente.
Guía básica para crear contraseñas seguras
- Las contraseñas deben ser largas, con un mínimo de 10 a 12 caracteres. Cuanto mayor sea la longitud, más difícil será para un atacante descifrarla.
- Utiliza una combinación variada de caracteres: mayúsculas, minúsculas, números y símbolos especiales.
- Evita información personal evidente como fechas de nacimiento, nombres propios, apodos o datos fácilmente asociables a ti.
- No uses palabras comunes ni secuencias simples como “12345”, “qwerty” o combinaciones previsibles.
- No reutilices la misma contraseña en diferentes cuentas. Una filtración en un solo servicio puede comprometer todos los demás.
- Considera el uso de frases de contraseña (passphrases), formadas por varias palabras sin relación entre sí. Suelen ser más fáciles de recordar y pueden ofrecer mayor seguridad.
Cómo gestionar las contraseñas de forma segura
- Utiliza un gestor de contraseñas para generar y almacenar claves seguras. Estas herramientas evitan la reutilización y eliminan la necesidad de recordar múltiples contraseñas complejas.
- No compartas tus contraseñas por correo, mensajes o notas visibles.
- Si usas un gestor de contraseñas, protege especialmente la contraseña maestra, ya que es la clave de acceso a todas las demás.
- No reutilices contraseñas antiguas y actualízalas regularmente, sobre todo en servicios sensibles como banca, correo electrónico o redes sociales.
- Revisa periódicamente el estado de tus cuentas y cambia la contraseña si un servicio reporta una posible filtración.
Los ciberdelincuentes utilizan herramientas cada vez más avanzadas para intentar obtener acceso a cuentas y datos personales. En este escenario, una política fuerte de contraseñas es una de las defensas más efectivas y accesibles para cualquier usuario.
Promover estas prácticas no solo protege la información individual, sino que contribuye a un entorno digital más seguro para todos.
