La Rosca de Reyes, un símbolo de la fe cristiana y una manera de recordar la llegada de los reyes magos hasta Belén para llevar ofrendas al niño Jesús.
Cada 6 de enero en diferentes partes del mundo se celebra el Día de Reyes, una tradición con raíces profundas en la religión cristiana que representa el momento en que los Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltazar, fueron guiados por la estrella de Belén para llevar al niño Jesús oro, incienso y mirra.
Esta tradición es celebrada por diversos países alrededor del mundo, por ejemplo en España se realizan desfiles artísticos a lo largo de las plazas y principales calles, mientras que en Italia y Francia se tiene como costumbre festejar dulces tradiciones en familia, y en el caso de los países latinos como lo son El Salvador y México, las personas se reúnen para compartir un momento de unidad, armonía y por supuesto, saborear la famosas rosca de reyes.
La Rosca de Reyes es un pan que tiene forma circular, simboliza el amor eterno de Dios, las frutas cristalizadas que adornan el pan representan las piedras preciosas de las coronas de los Reyes Magos. Además, el muñeco escondido dentro de la rosca rememora al Niño Jesús.
Pero hay algo que forma parte de comer la Rosca de Reyes, y es que dentro de él pone una pequeña figura de plástico (que representa al niño Jesús); en el caso de México, se cree que la persona a la que le salga sorpresa al cortar su rebana, tendrá que convertirse en anfitrión de otra celebración posterior, estas fechas, que es el 2 de febrero y se conoce como Día de Candelaria, en donde debe organizar una fiesta con tamales y atole. En El Salvador, suele darse que la persona con el muñeco, comparte tamales con los que están en su entorno días después de la celebración de reyes.
Sin embargo, con un significado más profundo esta acción representa el amor de Dios en nuestras vidas, y como se debe constantemente reforzar los lazos familiares y en comunidad con el prójimo.