Explora las cuevas enigmáticas que se esconden en los bosques de El Salvador

Explora dos de las cuevas más enigmáticas que se esconden en los bosques de El Salvador

Escondidas en la frondosa vegetación de El Salvador, estas maravillas ofrecen un fascinante viaje subterráneo con una dosis de historia y misterio ¿Te animas a explorarlas?

En lo más profundo de los bosques salvadoreños, lejos del bullicio urbano, existen zonas que por años han sido consideradas sagradas. Estos lugares han estado rodeados de misterios, resguardados por la naturaleza, cargados de energías y han sobrevivido al paso del tiempo.

De acuerdo con guías turísticos como Benjamín Bautista y César Camilo, los bosques son ecosistemas vitales y también territorios espirituales, habitados —según la cosmovisión ancestral— por deidades y guardianes. Por esta razón, explican que ingresar a ellos requiere respeto, silencio y, sobre todo, permiso. 

En la actualidad, existen diversas modalidades de hacer turismo en los densos bosques de El Salvador, siendo el turismo de espeleología uno de ellos, el cual consiste en visitar y explorar cuevas, cavernas y otras cavidades naturales del subsuelo. 

La espeleología incluye actividades como descensos a pozos, escalada de paredes rocosas, observación de formación geológicas y exploración de cuevas. Muchas veces, estos lugares están cargados de energías y misterios, ya que se dice que en el pasado fueron espacios usados para rituales y ceremonias sagradas.

A pesar del aura inquietante, estos sitios atraen cada vez a más turistas con alma de exploradores, deseosos de encontrarse cara a cara con lo desconocido. Algunos vuelven con historias increíbles. Otros, simplemente no hablan de lo que vieron. Por tal razón en este artículo te hablaremos de dos cavernas aterradoras que se han vuelto muy populares en la ruta turística de El Salvador. 

Cuevas de Chanejekat

Cuevas de Chanejekat. Foto: Óscar Orellana

Izalco es conocido por su historia, costumbres y tradiciones relacionadas con las comunidades indígenas y la religión católica. Tiene diversos atractivos y deliciosa gastronomía que encanta a todos aquellos que visitan este pueblo colonial. 

Sin embargo, pocos o casi nadie, ha explorado a Izalco más allá de su ciudad colonial. Y es que en su casco rural también hay atractivos mágicos—místicos le llaman algunos—que dejan boquiabiertos a aquellos que se atreven a conocerlo a plenitud.

Entre estos lugares están las cuevas de Chanejekat, unas misteriosas cavernas que se esconden en un denso bosque y que, según sus habitantes, tienen siglos de existencia, ya que eran espacios usados por los mayas para hacer rituales o ceremonias.

Cuevas de Chanejekat. Foto: Óscar Orellana

Para llegar a este lugar se requiere del apoyo del guía local Benjamín Bautista, quien conoce muy bien el terreno y, por supuesto, la historia que embarga este enigmático sitio que atrae cada fin de semana a cientos de personas.

Bautista revela que el nombre “Chanejekat” significa “ventana de los vientos” y es algo que se experimenta cuando las personas ingresan a ellas, ya que por sus grietas entra una brisa cuyo sonido eriza la piel. 

“Son cuevas ancestrales de mucho conocimiento energético. Hay dos cuevas: una de energías positivas y otra de energías negativas. Antiguamente, se ocupaban para realizar ceremonias secretas y para el tiempo de 1932 también las ocuparon los señores que habían sido perseguidos por el ejército”, comenta el guía turístico.

El también historiador relata que las cuevas anteriormente eran muy largas, de hasta seis kilómetros, pero con el tiempo se vinieron cerrando debido a los sismos que se dan en el país. “Siempre, al ingresar se pide permiso a los guardianes. Los bosques tienen guardianes y aquí se les conoce como chaneques. De hecho, para entrar también a las cuevas se pide un permiso”, agrega.

Benjamín Bautista, guía turístico de Izalco. Foto: Guillermo López

En la cueva de “energías negativas” se puede sentir pesado el ambiente, incluso se encuentran objetos de carácter esotérico, de personas que llegan a hacer rituales allí. En ambas cuevas también se experimentan fenómenos extraños; por ejemplo, se descargan las lámparas y los celulares se desconfiguran.  

Un dato interesante es que, aunque la salida esté a tan solo 100 metros, quienes las recorren aseguran que la distancia se siente mucho más corta, como si solo hubieran avanzado cinco metros. Por eso es una experiencia tan desconcertante como fascinante.

Si deseas hacer este tour, puedes contactarte con el guía e historiador, Benjamín Bautista, al número telefónico: 7731-8992 o seguir su página en Facebook Tour y Misterio.

Cueva del Cura

Cueva del Cura

En el distrito de La Libertad, en la zona costera del mismo nombre, circula una antigua leyenda: se dice que, hace muchos años, un religioso se aventuró a entrar en una cueva oscura con el propósito de descubrir qué había al final de ella; sin embargo, jamás regresó. Desde entonces, numerosos mitos han envuelto a esta misteriosa caverna, que, con el tiempo, fue bautizada como la “Cueva del Cura”.

Recientemente, se abrió al público aventurero para explorar este lugar enigmático que se encuentra ubicado cerca de la preciosa playa de San Diego. La ruta mística, liderada por el guía local César Camilo, ofrece un tour completo que incluye necroturismo, expedición de aves, naturaleza y mucha historia.

De acuerdo con Camilo, este trip tiene una duración de una hora aproximadamente. La experiencia comienza en la Hacienda San Diego, donde los participantes se sumergen en la cosmovisión de la muerte, ya que se pasa por un cementerio. Además, durante el trayecto, los guías hablan sobre el legado de los “tatas” (abuelos) y la sabiduría que ocultan los árboles sagrados del bosque. 

“Antes de entrar se da una charla informativa sobre las precauciones de entrar en una cueva virgen, además de lo que vemos, orígenes de la cueva y sobre todo la importancia de las mismas”, agrega Camilo.

No se conoce con exactitud la profundidad total de la caverna, por lo que los guías solo permiten explorar hasta los primeros 100 metros. En su interior se encuentra una laguna cuya profundidad también sigue siendo un misterio. Al ingresar a la cueva, el guía turístico brinda todas las indicaciones necesarias para una visita segura. A cada turista se le entrega un casco y luces como parte del equipo de protección, con el fin de prevenir cualquier accidente durante el recorrido.

“Para poder ingresar a la cueva se recomienda zapatos de montaña, pantalones y camisas manga larga. A parte de eso, entramos 100 metros en la cueva y lo primero que nos llama la atención son los cientos de murciélagos que viven en la cueva. Caminamos hasta llegar a una laguna”, comenta el guía.

El tour está permitido para niños, aunque su acceso se limita a los primeros 50 metros de la caverna. Los adultos, en cambio, pueden explorar hasta los 100 metros autorizados. Ten en cuenta que en este enigmático lugar habitan diversas especies de insectos, lo que añade un toque de terror al recorrido.

Finalmente, el guía indica que el recorrido por la Cueva del Cura tiene un costo de $7 por persona. Los tours se realizan de jueves a domingo, en dos horarios: 4:00 p.m. y 5:00 p.m. Cada grupo está conformado por un máximo de 12 personas, quienes inician el recorrido desde el Centro de Atención Turística de San Diego.

Cueva del Cura.

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