Su amor por la química la llevó a ser la primera, y hasta el momento la única, maestra ronera de El Salvador. Ahora su historia está relacionada con el primer Ron Cihuatán creado en el país.
Gabriela Ayala asegura que la química ha sido su pasión desde niña. Recuerda que creció acompañando a su padre en su laboratorio, donde se fascinaba con los experimentos. Mientras él trabajaba, ella aprovechaba para ponerse una bata y jugar con los instrumentos, soñando con convertirse algún día en una reconocida química.
Ese sueño se hizo realidad cuando creció y decidió seguir los pasos de su padre, estudió Ingeniería Química en la Universidad de El Salvador (UES) y se especializó en la creación de productos alimenticios.
Ayala nació en San Salvador hace 44 años, 20 de los cuales los ha dedicado al trabajo en la industria azucarera.
Un día, un anuncio en el periódico captó su atención: buscaban un ingeniero químico; impulsada por esa oportunidad, se postuló y consiguió el puesto. Así fue como se convirtió en la primera, y hasta el momento la única, maestra ronera de El Salvador. Fue ella quien dio vida al primer Ron Cihuatán, posicionando a la marca a nivel internacional.

“Así empecé hace 11 años, con esa misión de crear ese ron embajador de El Salvador en el mundo. Así fue como conocí mi segunda pasión, el ron”, afirma.
El proceso para ingresar al mundo de los rones añejos no fue sencillo. Al principio, Ayala experimentó inseguridad, ya que la industria ronera era vista como algo de hombres. Sin embargo, al profundizar en su estudio, descubrió que en otros lugares también existían mujeres en este campo.
“Me decía ‘¿Cómo va a ser mi rol dentro de ese mundo?’; pero fui conociendo que sí hay más mujeres en la industria ronera y logré identificar realmente el aporte que da la mujer en su elaboración”, asegura.
Para la salvadoreña, el papel de una maestra ronera es una combinación de dos grandes áreas: “Una es el arte de crear experiencias sensoriales, crear nuevos aromas y sabores. Y la otra es la parte perfeccionista y técnica”, en la que se involucra la química.
En la actualidad, Gabriela también se dedica a impartir charlas sobre el añejamiento y los aromas de esta bebida en Ron Cihuatán. A los turistas les da la oportunidad de crear su propio blend y de elaborar su botella de ron personalizada.

De todos los rones que ha producido, Ayala se siente especialmente identificada con el Ron Cihuatán Xaman, ya que es añejado en barricas de ceiba maya y tiene un perfil único que no se encuentra en ninguna otra bebida del mundo, reflejando también su filosofía de vida, que aboga por la autenticidad y la conexión con las raíces de su tierra.
Gabriela es una mujer que disfruta de los placeres simples de la vida: caminar, escuchar música, salir con su familia y hacer ejercicio.
De cara al futuro, Ayala se ve creciendo enormemente en su ámbito profesional, creando nuevos perfiles de rones, perfeccionando los actuales y consolidando su legado en la industria del ron.