Experta en retratar los dramas femeninos, explorando la incertidumbre, los deseos y el miedo al estancamiento, este es un vistazo a la directora de la nueva versión de la icónica muñeca Barbie.
No cabe duda que Barbie es la gran película del año, no solo por el increíble marketing que hay detrás de ella, sino también por la dirección a cargo de una de las grandes directoras de esta generación. Y es que la elección de Greta Gerwig para dirigir este gran e icónico proyecto nos emocionó a todos.
Pero, ¿quién es? ¿De dónde salió? Y ¿Por qué su trabajo ha impactado tanto en los últimos años?
Al igual que la protagonista de su primera película Lady Bird, Greta Gerwig es originaria de Sacramento, California, estudió en una institución católica y se mudó a Nueva York para estudiar en la universidad. Estando allí conocería a Joe Swanberg y se introduciría al cine mumblecore caracterizado por ser independiente y de bajo presupuesto, aunque también por diálogos profundos y énfasis en las relaciones interpersonales.
Un dato curioso sobre Greta, es que aunque la improvisación de líneas sea común en este género (del cual ella se volvería una de sus mayores exponentes), la directora prefiere que el guion sea lo más fiel posible, dejando muy poco espacio para la improvisación.
De este modo empezó su carrera en el cine como actriz, teniendo papeles en películas como To Rome with Love (2012) del polémico Woody Allen, y protagonizando y co-escribiendo su papel en Frances Ha (2012) dirigida por su pareja Noah Baumbach. Esta última situándola en el mapa. Simultáneo a estos papeles, Greta colaboró como co-escritora y co-directora en distintos proyectos.
Sin embargo, fue hasta 2017 cuando al fin pudimos ver una obra escrita y dirigida completamente por Gerwig. Y como fiel Leo de agosto, su debut no podía ser menos que grandioso.
Lady Bird (2017) es un viaje nostálgico y complicado como solo la adolescencia puede ser. Protagonizada por Saoirse Ronan, esta película retrata la compleja relación entre Lady Bird y su madre, mientras intenta acceder a una universidad lejos de su casa con el afán de cambiar su vida.
Del mismo modo, en su adaptación de Mujercitas (2019), vemos una trama no tan distinta, donde las protagonistas, en una época muy distinta, tratan de cambiar la vida que, como mujeres, todo el mundo espera que lleven. Ambas obras cargadas de nostalgia, pero sin dejar de lado el deseo de aventura y explorar lo desconocido o prohibido.
Y es que en esencia, eso ha sido el cine de Greta Gerwig, un vistazo a las dificultades que crecer conlleva desde una mirada femenina, retratando las relaciones de familia (especialmente las maternas), así como las amistades y los lazos sexoafectivos.
Con el historial de Gerwig, no es una sorpresa que la película de Barbie tenga las expectativas de todo el mundo a tope. Es por ello que la intriga por saber a qué complicaciones y crisis existenciales tendrá que afrontarse la icónica muñeca, ahora escrita por Greta, no nos deja dormir de la emoción.
