Cuidar nuestra salud comienza con lo que elegimos comer cada día. Las frutas frescas y nutritivas no solo alimentan nuestro cuerpo, sino que también fortalecen nuestra piel, mejoran la digestión y refuerzan nuestro sistema inmunológico.
Consumir frutas y verduras de temporada no solo es una excelente forma de ahorrar y cuidar el planeta, también es una manera natural de mantener una piel saludable y una digestión eficiente. Algunas joyas tropicales como la anona y la pijaraya (o ilama) ofrecen múltiples beneficios para tu bienestar. Aquí te contamos por qué deberías incluirlas en tu próxima compra.
La anona, también conocida como chirimoya en otros países, es una fruta tropical rica en nutrientes y muy beneficiosa para la salud digestiva y la piel. Esta fruta mejora la digestión, gracias a su alto contenido en fibra, ayuda a prevenir el estreñimiento y favorece el tránsito intestinal. Cuida tu piel desde dentro: contiene vitamina C, un potente antioxidante que estimula la producción de colágeno, mejora la elasticidad de la piel y combate los signos del envejecimiento.
Además apoya tu sistema inmune y óseo: también aporta minerales como potasio, calcio y fósforo, que fortalecen los huesos y ayudan a mantener en forma tus defensas. Ideal para mantener un peso saludable: su fibra genera saciedad, lo que ayuda a controlar el apetito sin sumar muchas calorías.
La pitahaya, conocida también como fruta del dragón, es una fruta tropical llamativa por su cáscara escamosa y su vibrante pulpa rosada o blanca con pequeñas semillas negras. Además de su atractivo visual y sabor refrescante, es una opción excelente para mejorar tu salud digestiva y el aspecto de tu piel.
Rica en vitaminas y minerales: contiene vitamina C, calcio, hierro y fósforo, esenciales para fortalecer el sistema inmune, mantener la piel luminosa y favorecer la regeneración celular. Además es amigable con la digestión, gracias a su alto contenido en fibra promueve un tránsito intestinal saludable, ayuda a prevenir el estreñimiento y favorece una buena salud intestinal.
Es un hidratante y antioxidante natural: al estar compuesta mayormente por agua y antioxidantes como los betalaínas y flavonoides, la pitahaya contribuye a mantener la piel hidratada y protegida del envejecimiento prematuro. Baja en calorías y saciante: ideal para quienes buscan controlar el apetito de forma natural sin dejar de nutrirse. Puedes consumirla fresca, en batidos, ensaladas o incluso en postres. Solo corta la fruta por la mitad y extrae la pulpa con una cuchara.
Otra fruta menos conocida pero muy completa es el higo es una fruta pequeña pero poderosa, cargada de fibra tanto soluble como insoluble, lo que la convierte en un excelente aliado para combatir el estreñimiento y regular la digestión. También contiene vitaminas A, C y del complejo B, que nutren la piel, ayudan a regenerar tejidos y aportan antioxidantes que previenen el envejecimiento celular.
La papaya, por su parte, es muy conocida por su efecto digestivo gracias a la papaína, una enzima natural que mejora la descomposición de las proteínas y reduce la inflamación abdominal. Esta fruta también es rica en vitamina C y betacarotenos, que favorecen la salud de la piel y la protegen de los daños solares. Además, su alto contenido en agua y fibra la hace ideal para mantener el sistema digestivo limpio y en equilibrio.
Finalmente, el melón es una fruta refrescante y ligera, compuesta mayoritariamente por agua. Es excelente para hidratar la piel y eliminar toxinas. Contiene vitamina A en forma de betacaroteno, que ayuda a regenerar los tejidos cutáneos y protege contra los efectos del sol. También es rico en potasio, lo que favorece la salud cardiovascular y el buen funcionamiento del sistema digestivo.
En conjunto, estas frutas no solo son deliciosas y accesibles durante su temporada, sino que también ofrecen una forma natural y efectiva de cuidar tu cuerpo desde el interior, apoyando tanto tu bienestar digestivo como la apariencia saludable de tu piel.