Eliminar grasa quemada no tiene por qué ser un suplicio. Pon en practicas los trucos caseros, hay un método para cada tipo de sartén y nivel de suciedad. Con paciencia y los productos adecuados, tus sartenes pueden lucir como nuevos.
Las manchas de grasa quemada en los sartenes son uno de los problemas más comunes y frustrantes en la cocina. Ya sea por una cocción a fuego alto o por residuos que se acumulan con el tiempo, estas marcas pueden parecer imposibles de eliminar. Pero la buena noticia es que existen soluciones caseras y efectivas que te ayudarán a recuperar tus sartenes sin dañarlos.
Aquí te presentamos los métodos más eficaces:
1. Agua caliente con jabón
El primer paso para enfrentar la grasa quemada es remojar el sartén con agua caliente y unas gotas de detergente. Déjalo actuar durante 20 a 30 minutos, y luego frota suavemente con una esponja no abrasiva. Este método ayuda a ablandar los residuos y facilita la limpieza posterior.
2. Bicarbonato de sodio, el aliado clásico
Haz una pasta con bicarbonato y un poco de agua, y aplícala sobre la zona afectada. Deja reposar unos minutos y luego frota con una esponja. Si prefieres, puedes hervir agua con dos cucharadas de bicarbonato en el sartén, dejar enfriar y limpiar. Este método es ideal para sartenes de acero inoxidable.
3. Vinagre blanco caliente: limpieza profunda y desodorización
Vierte una pequeña cantidad de vinagre blanco en el sartén y caliéntalo durante un minuto. Apaga el fuego, deja que actúe unos minutos y limpia. El vinagre no solo remueve la grasa quemada, también elimina olores persistentes.
4. Limón y sal gruesa: solución natural y potente
Corta un limón por la mitad, espolvorea sal gruesa sobre la superficie del sartén y frótala con el limón en movimientos circulares. La acidez del limón combinada con la abrasión suave de la sal ayuda a eliminar manchas difíciles sin dañar la superficie.
Lo que no debes hacer
Aunque en redes sociales circulan videos que muestran el uso de hielo sobre superficies calientes para remover grasa quemada, este método no es recomendable. El choque térmico extremo que se produce al aplicar hielo sobre una sartén o plancha caliente puede dañar gravemente el metal. Este cambio brusco de temperatura genera ciclos de dilatación y contracción que, con el tiempo, deforman la superficie, afectando su funcionalidad y durabilidad. A pesar de que el vapor generado pueda facilitar la limpieza, el daño estructural que provoca hace que este “truco viral” sea más perjudicial que útil.
Consejos para evitar que vuelva a suceder
- Limpia tus sartenes justo después de usarlos.
- Controla la temperatura mientras cocinas.
- Usa utensilios apropiados según el material (nada metálico en superficies antiadherentes).
- Evita dejar restos de comida o aceite por mucho tiempo.