El Museo de Arte de El Salvador (MARTE) se convirtió anoche en un refugio sonoro, emocional y vibrante con el esperado concierto de Julieta Venegas en El Salvador, un evento que agotó entradas y reunió a cientos de fanáticos que buscaban más que música: buscaban conexión, nostalgia y una invitación a redescubrirse.
La cantautora mexicana, conocida por su sensibilidad poética y su habilidad para transformar emociones cotidianas en himnos inolvidables, ofreció un show cargado de energía, autenticidad y serenidad. Con una puesta en escena minimalista —su sello inconfundible— Venegas demostró que no necesita grandes artificios para crear un momento poderoso. Su música basta.

Un repertorio que tocó el alma
El concierto inició con temas que han marcado generaciones como “Limón y Sal”, “Lento” y “Eres para Mí”, encendiendo de inmediato la nostalgia colectiva. Sin embargo, fue en piezas más recientes donde Julieta mostró la madurez artística que la distingue, explorando mensajes de autoconocimiento, valentía y autenticidad.
Canciones como “Andar conmigo” y “Nostalgia” resonaron con fuerza entre los asistentes, no desde una trinchera ideológica, sino desde una invitación honesta a reconocer las propias emociones, sanar heridas y abrazar la fuerza interior que todos llevamos.
Un show que celebró la esencia femenina
Sin discursos explícitos, Julieta Venegas construyó una atmósfera de empoderamiento desde lo humano: la libertad de ser, de sentir, de comenzar de nuevo. Su voz —suave pero firme— fue el hilo conductor de una noche que recordó que el poder femenino también se expresa en lo sutil, en lo cotidiano, en la búsqueda permanente de encontrarse a uno mismo.
La audiencia, compuesta por jóvenes, adultos y familias enteras, respondió con aplausos prolongados, coros colectivos y una energía que llenó cada rincón del museo. El concierto de Julieta Venegas en el MARTE no solo destacó por la impecable interpretación, sino por el ambiente íntimo y cercano que solo ella es capaz de crear.


Una noche memorable para el arte y la música en El Salvador
El MARTE reafirmó su papel como un espacio cultural clave en el país, logrando reunir arte, música y emociones en un evento que dejó huella. Para muchos, fue una oportunidad de reconectar con una artista que ha acompañado distintas etapas de la vida; para otros, fue el descubrimiento de una Julieta más madura, más libre y más luminosa.
Con este concierto, Julieta Venegas no solo deleitó a sus seguidores salvadoreños, sino que reafirmó la vigencia de su mensaje: el poder de reinventarse, elegir(se) y seguir adelante.




