La herencia colonial en El Salvador se refleja en sus plazas, iglesias y viviendas, fusionando estilos arquitectónicos españoles que han perdurado a través del tiempo.
La arquitectura de El Salvador es un claro ejemplo de la influencia de las culturas españolas que se instauraron durante la colonización, un período que se extendió de 1524 a 1821. En varios templos del país se puede ver la fusión de elementos renacentistas y barrocos que ofrece un testimonio visual de esa época histórica.
Según Rafael Alas Vásquez, arquitecto graduado de la Universidad Albert Einstein y Máster en Historia del Arte por la Universidad de Maryland, durante la época colonial se siguió un patrón urbanístico en el que las plazas de los pueblos eran el centro de la vida social y comercial, las cuales estaban rodeadas de una iglesia, portales y edificios administrativos, algo muy similar a lo que se ve en la actualidad en las ciudades del país.

“Eso viene de la época colonial y lo encuentras en muchas ciudades latinoamericanas de fundación colonial (…) Fue algo de parte de la Corona Española que vino ya como regla, el hecho de que tú ibas a tener una plaza, donde iba a estar en manzanas aledañas la iglesia, el cabildo o el Ayuntamiento, y en los otros dos costados generalmente, pues se establecieron los llamados ‘portales’ que de alguna manera estuvieron ocupados por comercios”, indica Vásquez.
Otros de los modelos y características de la arquitectura colonial que se siguieron repitiendo con el paso de los años —aunque con ciertas variantes— son las casas construidas con adobe, tejas, madera y hierro forjado, así como la creación de las famosas calles empedradas que muchos de los pueblos salvadoreños aún conservan como parte de su patrimonio cultural.

“Eso define a muchas de nuestras ciudades que fueron parte de la Corona Española o del territorio español. Y, obviamente, quizás se pudo haber repetido en ciudades o villas que se fundaron después del período colonial”, comenta el arquitecto.
Para el también historiador es muy difícil determinar qué pueblos de El Salvador aún conservan construcciones de la época colonial, ya que algunas infraestructuras han sido reconstruidas o remodeladas con el pasar del tiempo por diversas situaciones, ya sea por el deterioro o por catástrofes naturales.
“Puede haber algunas construcciones aisladas. Yo, por lo menos en lo que conozco, no podría asegurar que tal pueblo es colonial, porque habría que profundizar un poquito más (…) o posiblemente haya unas (casas) que sus muros se hayan conservado, pero el techo ya ha sido cambiado”, agrega.

Lo que sí es cierto es que Juayúa y Concepción de Ataco fueron fundados durante esa época, específicamente en 1543. Mientras que Suchitoto y San Francisco Lempa solo presentan una influencia de la arquitectura colonial, pero no pertenecen a ese período.
En vista de eso, el arquitecto señala que es fundamental preservar estos espacios históricos, no solo como un atractivo turístico, sino como una manera de honrar nuestra identidad y raíces, así como para que las futuras generaciones continúen disfrutando y aprendiendo de esta rica herencia cultural.