La marca de lujo francesa Louis Vuitton retomó su razón de ser este lunes con un suntuoso desfile femenino dedicado al viaje en todas sus versiones y de la cabeza a los pies, con un show a las puertas de la Gare du Nord de París.
Capas transparentes con capucha contra la lluvia, zapatos de tacón con suela de goma para no resbalar, abrigos lujosos pero prácticos y, como complemento, toda clase de maletas, maletines y bolsas, para guardar desde violines hasta apenas un pintalabios.
En la audiencia de este desfile de prêt-à-porter otoño-invierno, un público especialmente cargado de personalidades, desde la primera dama francesa, Brigitte Macron, a estrellas del K-pop coreano como Lisa, la crítica Anna Wintour, las actrices Ana de Armas, Lea Seydoux, Saoirse Ronan, la directora de cine Justine Triet…
«Los andenes de la estación. El tren. Evocamos una parte constitutiva de la historia de Louis Vuitton», reconocía en su nota de presentación el diseñador de colecciones femeninas de la casa centenaria, Nicolas Ghesquière.
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Nacida como una casa de artículos de viaje y marroquinería, Louis Vuitton se ha convertido en un emporio mundial, y sus colecciones deben recoger forzosamente todo tipo de tendencias, para clientes en los cinco continentes.
Además de los «total looks», ya sea en negro o en colores crema, y la ropa cómoda, Ghesquière propone también mezclas de colores chispeantes, un overol que podría ser también un pijama, a rayas, con tacones azul eléctrico en los pies y un gran foulard a juego al cuello.
Si la mujer quiere viajar ligera, los saltos de cama, las blusas de seda también estaban presentes.
Hay vestidos modosos, largos de falda y mangas, de tonos grises que se degradan en el cuello para dar paso a un bello rojo eléctrico, que se repite también en la parte inferior de la falda.
Hay sudaderas de color burdeos, con pantalón jogging y gorro a juego.
Y para las nostálgicas del viaje en tren de hace un siglo, abrigos negros brillantes, con una gran estola en imitación de pelaje, el gran tema dominante en esta Fashon Week. Para sujetar el pelo, un sombrero anudado por delante.
– El largo adiós de Loewe –
La marca española Loewe presentó una doble colección femenina y masculina, con aires de homenaje y despedida para su creador estrella, Jonathan Anderson.
Anderson, que transformó Loewe en una de las marcas más exitosas de los últimos años, podría abandonar la firma rumbo a otros destinos dentro del poderoso grupo francés LVMH, según observadores del mercado del lujo.
La presentación de este lunes fue una confirmación de su estilo conceptual, un homenaje a la pareja de artistas Josef y Anni Albers, pioneros del arte moderno en el siglo XX.
Destacan los grandes abrigos de lana multicolor, tejidos como un minucioso trabajo de patchwork, con multitud de puntos de color y franjas, en homenaje al trabajo con textiles durante décadas de Ani Albers (1899-1994).
Esos abrigos se llevan con zapatos estilo derby, planos y dorados.
Las cazadoras de cuero están confeccionadas con tiras verticales.
También hay abrigos negros de grandes bolsillos, con enormes cierres metálicos que recuerdan la indumentaria de los escaladores alpinos de mediados del siglo XX.
Si aún tiene frío, la mujer puede combinar esos abrigos con gigantescas botas de cuero que llegan hasta casi la cadera, muy anchas.
Para las veladas, los vestidos son nubes de organza de color azul cielo.
Anderson no presentó ningún desfile durante la Semana de la Moda masculina de enero, y en el palacio parisino que acogió esta presentación, los visitantes pudieron descubrir esa colección ausente.
Entre los modelos destacables, dos pulóveres superpuestos: por encima un modelo azul muy claro, por debajo otro bermellón, con capucha.
– La mujer mitológica de Hearst –
La uruguaya Gabriela Hearst, exdiseñadora de Chloé, volvió a una colección chic y bohemia, así como a vestidos de visón que su talle descose y recicla para crear nuevos modelos.
Destacó un vestido de punto acanalado en lana merino ocre y amarillo, con remolinos en los pechos.
O un modelo de cachemira, color avena, tejidos a mano por artesanos de la asociación Manos de Uruguay.
La joven diseñadora francesa Marine Serre por su parte presentó una colección mixta, inspirada en el universo de David Lynch.
Un vestido de cuero negro con hombros futuristas, un abrigo sin mangas de piel ceñido a la cintura o un corsé de cuero negro llevado sobre un mono de encaje rojo transparente, forman parte de los looks más destacados.
Aportes AFP