Soy una mujer cuyo carácter y espíritu se fortalecieron con desafíos y experiencias. Emigrar me enseñó un sentido de adaptabilidad y unidad familiar. Soy una persona que tiene la virtud de apreciar las increíbles cualidades de otras mujeres, sintiéndome orgullosa y emocionada, porque me hace sentir identificada con ellas.