Nahuizalco: Tierra de artesanos y joya de la Ruta de las Flores

En este colorido pueblo, la cultura, la historia y la naturaleza se fusionan para seducir a los visitantes con cada uno de sus emblemáticos rincones.

Nahuizalco es un pueblo pintoresco que se resguarda en el norte del departamento de Sonsonate. Destaca por su rica herencia cultural náhuat-pipil, sus monumentos históricos, su cultura, sus tradiciones y por la amabilidad de sus habitantes.

Este hermoso lugar, que en lengua náhuat significa “Los cuatro Izalcos” o “Los cuatro pendientes”, está ubicado a 71 kilómetros de la capital salvadoreña, aproximadamente a 1 hora y 35 minutos en vehículo. Visitarlo en familia es una de las mejores opciones para los que buscan conocer más sobre la historia de El Salvador.

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Nahuizalco es un pueblo que pertenece a la Ruta de las Flores. Foto: Guillermo López

Según Leonel Méndez, miembro de la alcaldía de Sonsonate Norte, los orígenes de Nahuizalco se remontan al período prehispánico, siendo sus primeros pobladores los nahuas de Kuskatan. Durante la época colonial, la localidad formó parte de la provincia de los Izalcos, y entre 1821 y 1823 se anexó al Estado de Guatemala. No obstante, en 1824 pasó a formar parte del departamento de Sonsonate y en 1955 obtuvo el título de ciudad. 

En la actualidad, los turistas se dejan encantar no solo por el estilo colonial de Nahuizalco, sino también por los diferentes espacios históricos y culturales que posee en su casco urbano, lo que le ha valido para formar parte de  “La Ruta de las Flores”.

Iglesia colonial

Foto: Xpot/ Guillermo López

Frente al hermoso parque central se ubica la imponente iglesia católica consagrada a San Juan Bautista, patrono de Nahuizalco. Este templo fue construido en el siglo XVIII, y se estima que fue edificado sobre los vestigios de un templo anterior, ya que, a lo largo de los años, los pobladores han encontrado varios entierros que se creen que eran de tiempos coloniales.

“El templo ha sufrido modificaciones, porque en su momento no tenía el domo, no tenía campanarios, es decir, se ha venido construyendo y mejorando sobre la edificación que estaba antes”, destaca Méndez.

Museo histórico

Nahuizalco es una de las poblaciones indígenas más importantes del país, donde aún es posible ver a mujeres que conservan la vestimenta tradicional y se comunican en náhuat. El pueblo cuenta con el Museo Comunitario Nahuat-Pipil, un espacio donde se puede conocer más sobre los asentamientos indígenas y acontecimientos que marcaron a El Salvador.

El recinto cultural está situado a un costado de la Iglesia San Juan Bautista y en él se podrá encontrar una colección de piedras de moler antiguas, asimismo piezas arqueológicas halladas en las comunidades aledañas, muestras de los tipos de petates (artículos tejidos a base de diferentes materiales de la región) y productos teñidos con añil.

La maestra Sara García enseña la lengua náhuat a niños en La Cuna de Náhuat. Foto: Guillermo López

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“Como municipalidad estamos realizando la conservación de nuestra lengua materna. Para ello tenemos ‘La Cuna Nahuat’, donde se llevan a niños en primera infancia para darles a conocer la riqueza de nuestra lengua materna”, agrega Leonel.

La Cuna Náhuat se encuentra en el mismo lugar del museo y será inaugurada el próximo 27 de junio con el objetivo de seguir promoviendo la riqueza cultural del distrito. 

En palabras de la maestra Sara García, el espacio está abierto para todas las personas que deseen hablar náhuat o conocer más sobre esta lengua materna.

“Trabajo en la Cuna Náhuat con los niños de aquí de Nahuizalco. Me gusta mucho enseñarles el náhuat. Comentarles que mis papás son nahuahablantes cien por ciento, de hecho mi papá tiene 95 años y mi mamá 85, y con ellos aprendí bastante la lengua materna. Cuando vienen los niños acá solo les hablo en náhuat para que aprendan a hablarlo”, revela García.

Artesanías

Foto: Guillermo López

Por otro lado, los nahuizalqueños son muy buenos artesanos, ya que elaboran diferentes productos elaborados con madera, mimbre, tule, yute y otras fibras naturales. Al entrar a este bello lugar, se encuentran a la orilla de la calle negocios como la Mueblería Ikpali o el Nuevo Milenio, donde fabrican muebles para el hogar en diferentes estilos, diseños y medidas, así como canastos, cestas y carteras.

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Foto: Guillermo López

“Tenemos más de 16 años de fabricar muebles de madera de cortejo, como conacaste, laurel y cedro. Fabricamos puertas, closet, juegos de sala, de comedor, farolitos, mesas de noche, haraganas, de todo. Estamos en la carretera de Nahuizalco, enfrente de la Escuela El Cerrito, kilómetro 70 ½”, indica Marlene Rodríguez, empleada de Ikpali.

Atractivos naturales

Por último, entre sus atractivos naturales destacan: el río Las Vueltas y la cascada la Golondrinera, unas hermosas caídas de agua que superan los 40 metros de altura, y donde los turistas podrán disfrutar de un delicioso chapuzón, tomarse fotografías y tener una conexión directa con la naturaleza. 

En resumen, Nahuizalco lo tiene todo. Aquí, la cultura, las costumbres, la historia y la madre naturaleza se entrelazan para hacer de este lugar un pueblo mágico, digno de ser visitado en El Salvador.