Parejas que más van a discutir durante la temporada de Mercurio retrógrado

Hay momentos del año en los que el universo parece pedirnos que hablemos menos y escuchemos más. Mercurio retrógrado es uno de ellos. Bajo su influencia, las relaciones se ponen a prueba y la comunicación se vuelve un arte delicado.

Del 9 al 29 de noviembre, Mercurio entra en su último movimiento retrógrado del año, un tránsito que altera la comunicación, los acuerdos, los entendimientos y todo aquello que requiere claridad mental. Esta vez, comienza en Sagitario y retrocede hasta Escorpio, creando una mezcla intensa entre impulsividad, verdades incómodas, emociones profundas y revelaciones inesperadas.

Para muchas parejas, este periodo se convierte en una verdadera prueba de madurez emocional.

A continuación, las duplas zodiacales que podrían enfrentarse a más tensiones o discusiones durante estas semanas.

1. Sagitario y Virgo

Mercurio retrógrado afecta especialmente la forma en que Sagitario se expresa: palabras impulsivas, comentarios exagerados o sinceridad excesiva. Por su lado Virgo, en cambio, se vuelve más crítico y minucioso, analizando cada detalle.

El resultado es un choque entre espontaneidad y perfeccionismo que puede generar discusiones por asuntos aparentemente pequeños.

2. Escorpio y Tauro

Cuando Mercurio retrocede por Escorpio, se activan los temas profundos: confianza, celos, información no dicha y emociones intensas.

Escorpio quiere claridad absoluta; Tauro, estabilidad sin sobresaltos.

La tensión entre la necesidad de profundidad y la necesidad de calma puede provocar discusiones silenciosas, densas y cargadas de significado.

3. Cáncer y Capricornio

Cáncer interpreta las palabras desde la emoción; Capricornio desde la lógica.

Durante Mercurio retrógrado, cualquier mensaje ambiguo puede sentirse como una herida para Cáncer, mientras Capricornio puede responder con distancia para protegerse. La combinación se vuelve sensible y requiere mucha paciencia de ambos lados.

4. Acuario y Leo

Acuario necesita espacio para procesar mentalmente los cambios del retrogradado, mientras que Leo busca atención, compañía y compromiso claro.

Si uno se aísla y el otro exige presencia, las discusiones pueden surgir por desajustes en tiempos, expectativas y necesidades afectivas.

5. Aries y Libra

Aries reacciona rápido, quiere respuestas inmediatas y puede perder la paciencia con facilidad. Libra intenta mantener la armonía, pero durante el retrogradado puede volverse indeciso, evasivo o complaciente de más.

Esto genera frustración: uno quiere claridad, el otro tranquilidad. El resultado: reproches que escalan sin querer.

6. Géminis y Piscis

Géminis es regido por Mercurio y siente el retrogradado con más fuerza: confusiones, mensajes contradictorios, comentarios impulsivos. Piscis, más emocional, puede sentirse herido por malos entendidos o por una aparente falta de sensibilidad.

La diferencia entre razón y emoción puede volverse especialmente evidente en estos días.

7. Piscis y Virgo

Durante este tránsito, Virgo puede volverse más crítico, racional y exigente. Piscis, más intuitivo y vulnerable, puede interpretar esa actitud como falta de apoyo emocional.

Viejas heridas y expectativas no resueltas podrían resurgir con más intensidad de lo habitual.

Consejos para navegar el retrogradado en pareja

  • Pausar antes de responder. La impulsividad es el principal detonante de discusiones en este tránsito.
  • Evitar conversaciones definitivas o decisiones importantes. La percepción suele estar nublada.
  • Preguntar antes de asumir. Este retrogradado es maestro en malentendidos.
  • Revisar temas del pasado que no se resolvieron del todo. Puede ser un buen momento para cerrarlos con más claridad.
  • Expresar necesidades de manera directa pero no agresiva. La honestidad funciona mejor cuando se combina con calma.

Mercurio retrógrado no tiene por qué ser sinónimo de ruptura o caos. De hecho, puede convertirse en una oportunidad para mejorar la comunicación, identificar patrones que dañan la relación y fortalecer el vínculo desde una mayor comprensión emocional. Las parejas que atraviesan este periodo con paciencia y apertura pueden salir de él más fuertes, más conscientes y más conectadas.