Navidad y año nuevo esta repleto de costumbres y rituales según cada país, en El Salvador esas fechas son sinónimo de espiritualidad, amor y esperanza.
Estamos a pocas días para las vísperas de navidad y año nuevo, celebraciones que suceden en todo el mundo pero en nuestro querido El Salvador se vive así:
Colocar en el pesebre al niño Dios
A las 12 de la medianoche en punto muchos devotos católicos tienen como costumbre colocar en la diminuta cuna de paja en el centro del nacimiento navideño, hay un sitio especial para la imagen del Niño Dios o «Papachús». Esta acción otorga significado a estas celebraciones.
Abrazo de medianoche, siendo un país tan pequeño y con gente tan cálida y hospitalaria es imposible que cuando llega la medianoche ese calorcito fraternal no se sienta y es un momento en el que se aprovecha para dar el abrazo de fin de año ya sea: en familia, entre amistades, hasta entre vecinos, ocasión que da paso para que se deseen las bendiciones, la prosperidad y salud para todo el año nuevo.
Comer 12 uvas de medianoche, la persona que realiza el ritual debe comer 12 uvas, no más, ni menos, esto simboliza los 12 meses del año y por cada mes se pide un deseo. Este fruto se asocia a la buena suerte, positividad y la espiritualidad.
La ropa interior de colores, esta tradición no es propia del país, sin embargo muchos salvadoreños lo replican con el propósito de obtener un resultado favorable o beneficioso para su vida, el famoso calzón en tono rojo para atraer el amor, o en tono amarillo, para que el dinero abunde en el próximo año.
Colocarse bajo la mesa, la persona debe colocarse bajo la mesa para recibir el año nuevo, es una tradición que se realiza para tener suerte en el amor y encontrar pareja. Se cree que este ritual es más efectivo si se realiza con una prenda de color rojo, que representa la pasión, y con velas del mismo color.
Recorrer la cuadra con una maleta, así como lo lees, este ritual tiene como significado, el viajar, la persona que lo realiza busca que el año venidero sea tan bueno que tenga la oportunidad de conocer nuevos destinos turísticos, llenarse de experiencias que pueda atesorar.
El recalentado del 1 de enero, tradición que la gran mayoría de salvadoreños hacen, del banquete que se preparó para la celebración de fin de año siempre guardan porciones que son el plato perfecto para el día siguiente, ya que muchos amanecen agotados y sin ánimos de cocinar, dispuestos a sólo a recuperar las energías.
Visitar las playas, ir a refrescarse a las principales playas de la zona costera de El Salvador es una de las tradiciones que se dan el 25 de diciembre y el 1 de enero. Muchos salvadoreños preparan maletas para ir a descansar y distraerse después de un año de trabajar duro y estudiar mucho.
Todos los salvadoreños viven para esta época de fin de año, todas estas tradiciones arraigadas que incluso los hermanos en el exterior aún conservan como recuerdo de su identidad.