¿Sabes cuál es la cuna de los dulces típicos en El Salvador?

¿Sabes cuál es la cuna de los dulces típicos en El Salvador?

Estas deliciosas golosinas típicas de El Salvador continúan conquistando los paladares de los nacionales durante los festejos patronales de los pueblos.

En las fiestas patronales de los pueblos salvadoreños hay tres cosas que no pueden faltar: la reina de los festejos, las ruedas y los tradicionales “dulces de feria”. Estos últimos tienen un valor nostálgico para muchos compatriotas, ya que sus sabores evocan esos momentos de infancia en los que, en familia, disfrutaban de estas festividades llenas de alegría y tradición.

Con el pasar de los años, estas deliciosas golosinas típicas se han mantenido vigentes y continúan conquistando los paladares de los nacionales durante los festejos patronales. En el país existe una gran variedad de estos dulces: de nance, de leche, de tamarindo, entre otros. Cada uno de ellos destaca por su sabor único, textura particular y forma de preparación que varía ligeramente según el pueblo donde se hacen.

De acuerdo con el sitio web del Ministerio de Cultura, “la abundancia, variedad y frescura de las frutas locales es probablemente una de las razones del éxito de estas golosinas”, ya que la mayoría de ellas están elaboradas con los frutos de temporada del país. Esto les otorga un sabor auténtico y distintivo, profundamente arraigado en el gusto popular salvadoreño.

Y aunque se elaboran en todas partes del país, Santa Ana es considerada la cuna de este arte culinario. En esa ciudad se encuentran las dulcerías más antiguas del país, entre ellas: Dulces Albanés, con más de 134 años de existencia, y Dulcería Aguilar, que también ha sido atendida por varias generaciones. 

“En la ciudad de Santa Ana se tiene un mercado permanente de artesanías y de dulces típicos, y para las Fiestas Julias se pueden degustar otro tipo de dulces artesanales menos conocidos: batidos, shankakas, dulce de anís, melcochas y dulce colado”, detalla el Ministerio de Cultura.

Cabe señalar que en la capital salvadoreña también existen lugares donde se pueden adquirir estos bocadillos, como en el Mercado Nacional de Artesanías, en el Mercado Central de San Salvador, o incluso en centros comerciales de gran renombre, donde algunos emprendedores han llevado estas delicias a un público más amplio, sin perder su esencia artesanal.

Los precios de estos antojitos suelen variar de acuerdo con su tamaño e ingredientes, pero las personas pueden encontrarlos desde los $0.25 hasta $2, lo que los hace accesibles para la mayoría de la población. Además, su presentación colorida y su envoltorio tradicional los convierten en un regalo ideal para quienes desean compartir un pedacito de El Salvador cuando viajan al extranjero.

Finalmente, para muchos salvadoreños, “los dulces de feria” representan una parte importante de la cultura gastronómica del país, pues son elaborados artesanalmente, con ingredientes naturales y con las recetas heredadas por los ancestros.