Aunque su impacto en la actualidad es menor, hace décadas estos mitos y creencias formaban parte integral de la vida cotidiana de los feligreses.
La Semana Santa es una de las conmemoraciones religiosas más significativas a nivel mundial, especialmente en los países con tradición católica. En El Salvador, esta temporada ha sido históricamente un tiempo de reflexión y devoción para los fieles.
También se ha caracterizado por una serie de creencias y supersticiones que adquieren mayor relevancia durante estos días.
También lee: Ruta religiosa: Estas son las tradiciones que dan vida a la Semana Santa en El Salvador

En este artículo, te invitamos a descubrir algunos de estos mitos que han acompañado a la Semana Mayor a lo largo de los siglos.
Palmas detrás de la puerta
Esta es una de las creencias que aún se practican en muchas zonas rurales del país. Las personas colocan las palmas bendecidas del Domingo de Ramos detrás de la puerta para proteger el hogar. Si hay una intensa tormenta, suelen quemar una de las hebras y orar a Dios para calmarla.
No hacer oficio
El Jueves y Viernes Santos se dice que está prohibido lavar ropa, barrer y clavar clavos. Según los más creyentes, el lavar ropa atrae la mala suerte, barrer es como “barrer la cara de Cristo” y clavar es recordar el sufrimiento de Jesús en la cruz.
Prohibido comer carne
Los católicos se abstienen de consumir carnes rojas el Viernes Santo como símbolo de penitencia y en recuerdo de la crucifixión de Jesucristo. Por ello, se implementó el consumo de pescado envuelto en esos días. Además, hace alusión al momento en que Jesús multiplicó cinco panes y dos peces para alimentar a una multitud en un lugar desolado cerca del mar de Galilea.
Cortar el cabello
“Con este mito hay opiniones divididas. La creencia más popular señala que cortarse el cabello, especialmente durante el Viernes Santo, asegura tener un cabello sano y bello durante todo el año. Sin embargo, hay quienes opinan lo contrario y advierten que hacerlo atrae la mala suerte”, revela un artículo de Infobae.
Las chicharras
Previo a la Semana Santa, El Salvador se invade de un fuerte sonido que se extiende de la noche a la mañana. Más allá de ser desesperante, para muchas personas es un canto que anuncia la llegada de la Semana Mayor y que hay que prepararse para conmemorar con devoción esta tradición. Además, se cree que son el símbolo más poderoso y significativo de la resurrección.
No bañarse
Los abuelos nos decían que el Viernes Santo no se podía bañar porque el agua que cae es impura, ya que Jesús ha fallecido ese día y no hay nadie que bendiga el agua. La tradición popular en las zonas rurales también contaba que si alguien rompía las reglas y se bañaba se convertía en pez.
En resumen, aunque estas creencias han quedado relegadas con el paso de los años, en algunas zonas rurales del país se siguen practicando y enseñando a las nuevas generaciones.