Diciembre 2025: El mes en que los signos abren y cierran puertas

Los tránsitos de diciembre 2025 no son suaves ni complacientes: son precisos. Géminis, Piscis, Sagitario y Capricornio mueven las piezas finales del año para que soltemos lo innecesario y entremos al siguiente ciclo con cimientos sólidos.

Diciembre de 2025 llega como el capítulo final de un año que nos ha exigido madurar a la fuerza. El cielo no regala fuegos artificiales ni promesas vacías; ofrece, en cambio, una secuencia implacable de cierres y cimientos. Es un mes que obliga a mirar hacia atrás para poder avanzar sin arrastrar peso muerto.

El día 4, la Luna se llena en Géminis y actúa como un reflector implacable sobre todo lo que hemos estado posponiendo decir o escuchar. Las palabras que llevamos meses masticando salen solas, a veces con filo, a veces con alivio. No es un momento cómodo, pero sí necesario: lo que se aclare esa noche ya no podrá volver a esconderse.

Seis días después, el 10, Neptuno retoma su marcha directa en el último grado de Piscis. La niebla que ha envuelto ciertas relaciones, proyectos o ilusiones propias comienza a levantarse. Lo que creíamos eterno se revela frágil; lo que dimos por perdido reaparece con contornos más reales. La intuición, por primera vez en meses, deja de engañarnos y empieza a guiarnos.

Al día siguiente Mercurio cruza a Sagitario y el pensamiento se estira hasta el horizonte. Las conversaciones se vuelven expansivas, casi temerarias. Se dicen verdades que suelen reservarse para año nuevo; se planean viajes, estudios o cambios de vida que antes parecían imposibles. La franqueza duele, pero limpia.

El 15, Marte ingresa en Capricornio y la energía cambia de registro. El impulso deja de ser reactivo y se vuelve quirúrgico. Aparece una paciencia fría para mover piezas pesadas: contratos, ahorros, estructuras profesionales, rutinas de salud. Lo que se inicia bajo este tránsito suele durar décadas.

El 19 llega la Luna Nueva en Sagitario, probablemente la más esperanzadora del año. Es una invitación a sembrar algo que nos saque de la zona conocida: un curso, un pasaporte, una creencia que amplíe el mundo. Después de tanto análisis, el corazón recupera el derecho a ilusionarse sin pedir disculpas.

Con el solsticio del 21 el Sol entra en Capricornio y el año realmente empieza a cerrarse. La luz diurna comienza a crecer otra vez, pero la sensación interna es de contracción: hay que definir qué sigue y qué se queda atrás. Los compromisos que se asuman ahora tienen peso de contrato cósmico.

Finalmente, el 24, Venus se une al Sol y a Marte en Capricornio. El amor y el dinero dejan de ser cuestiones de deseo y se convierten en cuestiones de arquitectura. Se buscan relaciones que resistan el tiempo, inversiones que den frutos lentos pero seguros, placeres que no necesiten excusas al día siguiente.

Diciembre 2025 no es un mes para brillar; es un mes para construir. Cuando termine, muchas cosas habrán quedado en el camino, pero lo que quede de pie será inamovible. Prepárate para despedir el año con menos equipaje y con los planos del próximo ya dibujados en piedra.