Aunque forman parte de la gastronomía salvadoreña desde hace décadas, este año estos platillos cobraron mayor relevancia entre turistas que los probaron por primera vez.
Un año más comprobamos que El Salvador, aunque es pequeño, los sabores de su gastronomía son tan diversos como su gente. En cada pueblo y en cada hogar encontramos una manera particular de preparar, servir y compartir platillos que han forjado la identidad culinaria de esta tierra cuscatleca.
Si bien las pupusas son el estandarte culinario más reconocido del país, cada uno de los 262 distritos que conforman el “Pulgarcito de América” posee al menos una comida típica que los representa y los hace únicos.
Este año recorrimos mercados, pueblos, locales, restaurantes, calles y avenidas probando exquisitas comidas y resaltando el talento de las manos que las elaboran. Cada cobertura nos permitió nutrir nuestro sitio web Xpot.sv y las redes sociales con recetas culinarias e historias de salvadoreños que han dedicado años a estos platillos.
Hoy, queremos hacer un recuento de algunas comidas exóticas que descubrimos y que lograron un “boom” impresionante en nuestras plataformas.
La chanfaina:
Es un plato emblemático de San Juan Nonualco, elaborado con vísceras y carne de res como bofe, corazón, bazo, lengua e hígado y se condimentan y cocinan en un caldo con especias, hierbas aromáticas y un toque de sal. Muchos de sus habitantes lo acompañan con arroz, tortilla y curtido, o con frijoles sancochados y queso, y suelen consumirlo en cualquier tiempo de comida.
Chinchiví:
En San Juan Nonualco también se consume una deliciosa bebida que destaca por su particular sabor. Se trata del chinchiví, un refresco muy apreciado por locales y visitantes. Este se elabora de manera artesanal, utilizando cáscara de piña y dulce de panela como base. Estos ingredientes se fermentan durante cuatro días junto con clavos de olor, pimienta gorda y canela, dando como resultado un refresco natural. Su tono es como el refresco de tamarindo, pero su sabor es completamente diferente.
Pupusas de huevo:
En la Pupusería “More”, ubicada en el Pupusódromo “El Triángulo” de Olocuilta, se vende una de las pupusas más exóticas del país. Nos referimos a la pupusa de huevo que ha conquistado desde hace años el paladar de los comensales que acuden cada semana al local. De acuerdo con Orbelina Vivas, quien es la creadora de esta pupusa, primero se cocina el huevo con aceite, cebolla y chile, luego se le agrega a la masa para posterior palmearla y cocinarla en comal de leña.
Yuca de Nahuizalco:
En este lugar, María Elena Morales de Paiz prepara una de las yucas más deliciosas del país. Los habitantes la llaman con cariño “la reina de la yuca”, y no es para menos, su receta ha trascendido generaciones. Su especialidad es la yuca con chicharrón o merienda, servida con abundante salsa criolla, curtido de repollo y un toque de limón. También ofrece yuca frita, crocante por fuera y suave por dentro. Sin olvidar la yuca sancochada, una de las favoritas de sus clientes.
Sopas típicas:
El Mercado Central de San Salvador nos demostró que ofrece las mejores sopas tradicionales del país. Los visitantes deben dirigirse al Pabellón 5, donde se concentran todos los locales de comida, incluyendo las populares y exquisitas sopas de pata, de res, de frijoles, de pollo, de tortilla. Ahí se come rico y barato a cualquier hora del día. Las sopas rondan los precios desde los $2.50 y ya te incluyen un fresco natural.
