Poder llevar un poco de alegría a todos es una de las partes más importantes de la navidad y la tocada de Ahuachapán lo sabe a la perfección.
La temporada navideña es sinónimo de muchas cosas: reuniones familiares, cenas deliciosas, regalos y, en cuestiones de música, cumbias. Aunque este género se ha convertido en un símbolo de la navidad en El Salvador, lo cierto es que no es el único. Cuando hablamos de música navideña a nivel universal los villancicos son los infaltables de estas fechas.
Puede parecer que en nuestro país no exista la tradición de ir por las calles tocando las puertas de las casas para cantar villancicos. Sin embargo, hay un rincón al occidente del país donde estas icónicas canciones navideñas se hacen presente cada año anunciando que la navidad llegó.
Ahuachapán, no solo es la ciudad de los ausoles, durante la temporada navideña también se convierte en la de los villancicos. De acuerdo con María José Ramírez, quien ha sido testigo de esta tradición, asegura que cada madrugada del 24 de diciembre las colonias y barrios de Ahuachapán reciben la madrugada de la nochebuena con villancicos. Pero eso no es todo, y como buenos salvadoreños, las típicas cumbias navideñas no podían quedar fuera de este repertorio conformando así la famosa “Tocada navideña”.
Esta tocada inició en 1993 con jóvenes que llevaron la serenata a otro nivel visitando los barrios, colonias y cantones de Ahuachapán para anunciar que la navidad estaba por venir. Con los años la tradición se posicionó como una visita infaltable de dicha velada. Con el fin de mantener viva esta costumbre cada año la convocatoria es abierta para todo ahuachapaneco que quiera participar tocando un instrumento o como cachiporristas que bailan al ritmo de canciones como: “el ausente”, “arbolito lindo de navidad” y “el burrito sabanero”.
Así como en las colonias los esperan, decenas de jóvenes esperan durante todo el año para ponerse el gorro y formar parte de este grupo de concertantes navideños. Mientras que las familias ahuachapanecas los esperan con ansias para salir en la madrugada de sus casas (algunos en pijama) y verlos tocar. Algunas colonias se organizan para devolverles la alegría con café, pan dulce o atol shuco.
La tocada navideña es una tradición que se ha mantenido viva por más de 30 años y que lleva a las calles de Ahuachapán la alegría y magia de esta época.