Los tatuajes son una forma de expresarnos, diferenciarnos del resto y, ¿por qué no? de llevar arte en nuestro cuerpo. La piel puede ser el perfecto lienzo para dejar constancia de fechas, obras de arte, recuerdo de seres queridos, frases que nos marcaron y hasta de amores y desamores.
Si bien los tatuajes están en tendencia, y de alguna manera son una moda, su origen no es reciente.
No está del todo claro cómo las personas comenzaron a hacerse dibujos permanentes en la piel, pero sí tenemos algunas ideas: el registro más antiguo que poseemos de los tatuaje data de hace más de 5 mil años, en el antiguo Egipto, y tenían una razón médica: se creían que era una manera de protegerse de las enfermedades.
El significado y trasfondo de los grabados en la piel ha variado según la época y el lugar, así como para los nativos americanos tenían un fin religioso; en Japón, hacían alusión a la criminalidad. Aunque los siglos hayan pasado, ahora no es muy distinto, ya que ha existido un tabú sobre esta manera de expresión y lo que en algunas zonas o grupos etarios podría ser mal visto, para otro grupo de personas, podría tratarse de algo sublime.
En este número hacemos un recorrido por este arte en nuestro país, buscamos conversar con quienes conocen el tema sobre cómo esta forma de arte, trazo a trazo, cuentan miles de historias plasmadas en la piel de cada persona. Y es que un tatuaje es la combinación perfecta entre una forma de expresión, una obra maestra y una marca de esas que solo un suceso importante puede dejar.
Los motivos por los que alguien decide tatuarse son diversos. Hay distintivos con los que se nace: el color de los ojos, la forma de la nariz, la altura, etc., pero un tatuaje es algo que se elige y por eso es tan especial.
Se debe tomar en cuenta que el dibujo en cuestión, se fusiona con el cuerpo y asimismo, con la identidad de quien lo posee.
El Salvador siempre ha contado con grandes representantes de las distintas expresiones artísticas, y el tatuaje no es la excepción. Desde hace muchos años el país cuenta con ferias, exposiciones y competencias de tatuaje; representantes nacionales e internacionales han expuesto sus obras y se han disputado los premios de este arte no siempre comprendido.