Desde artistas hasta políticos, La Dalia ha sido el punto de encuentro para el entretenimiento por los personajes nacionales y extranjeros más distinguidos.
Un lugar se vuelve icónico no solo por su ambiente, sino por las figuras distinguidas que deciden visitarlo. El Club La Dalia es uno de esos lugares emblemáticos en el Centro Histórico de San Salvador que ha sido testigo de grandes personajes nacionales e internacionales. La etiqueta del “Billar más antiguo del Centro” ha funcionado para atraer a los más grandes artistas, políticos, empresarios y demás. Y es que solo un lugar como La Dalia es capaz de mezclar a todas estas personas que parecen no estar conectadas por ningún lazo, pero al caer la noche todos deciden pasar el rato en el mismo lugar convirtiéndose en los amigos más íntimos solamente por un par de horas.
La lista es extensa, pero vale la pena que empecemos con el círculo intelectual de salvadoreños que se reunían en este billar no solo para pasar el rato rodeado del mejor ambiente de la zona, sino también para discutir de sus intereses. Entre este selecto grupo era normal toparse con escritores como Salarrué, Alfredo Espino o Claudia Lars quienes disfrutaban del ambiente singular de este lugar.
Sin embargo, estos personajes no son los únicos que cuando visitaban El Salvador sabían que indudablemente debían visitar La Dalia. Así fue como dentro de las paredes de este histórico club se pudo disfrutar de la presencia de grandes actores y cantantes de talla internacional como los mexicanos Pedro Infante, Luis Aguilar y Lucha Villa, quienes en cada visita se convertían en las almas de la fiesta.
La fama de La Dalia trascendió todas las fronteras llamando la atención de salvadoreños y extranjeros, convirtiendo a este lugar en una completa joya del entretenimiento ideal para todos los gustos. Desde aquellos que disfrutaban de una buena charla, aficionados del billar, bailarines inquietos y los que buscaban el lugar perfecto para disfrutar de una cerveza o tragos para acompañar una noche inolvidable.
Así es como este mítico billar no solo es el más antiguo de la zona, sino también el favorito de los personajes más particulares.