La temporada de lluvias puede ser un gran momento para el huerto casero. Cultivos como la lechuga, espinaca, cilantro y rábano se adaptan bien a la humedad. Sin embargo, es clave prevenir el exceso de agua con buen drenaje y vigilancia contra hongos.
Si estás pensando en armar tu huerta casera durante la temporada de lluvias, lo primero que tenés que tener en cuenta es el sol. El sol es fundamental para que tus plantas crezcan bien, y lo ideal es que tu huerto reciba al menos 6 horas de sol directo cada día. Si no tenés ese tiempo de sol, puede ser más difícil cultivar ciertas plantas y además, las plagas y enfermedades pueden aparecer con más frecuencia.
Si en tu casa no contás con un lugar que reciba ese sol, podés buscar alternativas: la terraza, el techo, la vereda o hasta el patio de algún amigo pueden servir. Eso sí, es importante que el suelo no se inunde ni se formen charcos después de la lluvia, porque eso puede pudrir las raíces. La solución para esto es hacer tu huerta en bancales elevados o cajones. Así, el agua escurre bien y no hay riesgo de encharcamientos.
Otra ventaja de los cajones es que no necesitás labrar la tierra con herramientas; simplemente los llenás con tierra fértil y listo, ya podés empezar a plantar. Eso sí, es importante que no pises la tierra de tu huerta para evitar que se compacte. Lo ideal es que el ancho de tus canteros no supere los 50 o 60 cm si están contra una pared, para poder llegar a todas las plantas sin pisarlas. Si podés acceder desde todos lados, podés hacerlos más anchos, hasta un metro o un metro veinte.
Para quienes usan macetas, la recomendación mínima es que tengan unos 40 cm de largo, 30 cm de ancho y 25 o 30 cm de profundidad. También podés usar cajones de madera o plástico, como esos que se usan para frutas y verduras.
Un punto clave para cualquier huerto es el compost. El compost es materia orgánica descompuesta que actúa como un fertilizante natural, y es esencial para mantener la tierra fértil y tus plantas sanas. Podés armar un compostero en un tacho o hacer una pila de compost en algún rincón del jardín. En él, vas a poner todos los restos vegetales de la cocina y más adelante también los restos de poda de la huerta. Antes de empezar a plantar, siempre hay que agregar compost a la tierra, y cada vez que pongas una plantita, agregá un poco en el pozo donde la vas a sembrar.
Otro paso muy útil para principiantes es usar semilleros: macetitas pequeñas donde germinan las semillas antes de pasarlas a la huerta. Esto ayuda a acelerar la germinación y protege a las plantas bebé de insectos y condiciones adversas. Además, te permite ahorrar espacio porque podés cuidar las plantitas en un lugar protegido hasta que estén listas para trasplantarlas.
Cuando las plantas crecen, es fundamental que tengan espacio para desarrollarse. Las verduras de hoja, por ejemplo, deben estar separadas entre 20 y 30 cm, y las que producen frutos necesitan aún más espacio, entre 50 cm y 1 metro. Si las plantas crecen muy juntas, compiten por luz y nutrientes, y pueden estancarse o morir.
El riego es otro hábito que no puede faltar. Las plantas necesitan un suelo húmedo para crecer fuertes y resistir plagas y enfermedades. Lo ideal es regar por la mañana, y en días de mucho calor, repetir el riego por la tarde. Siempre revisá la humedad de la tierra antes de regar para evitar excesos que puedan generar encharcamientos.
Las plagas son parte natural del huerto, pero no hay que alarmarse. Con suficiente sol, riego y compost, tus plantas estarán más fuertes y menos vulnerables. Lo importante es revisar diariamente las hojas, especialmente por debajo, para detectar cualquier daño o presencia de insectos y actuar rápido.
Para controlar plagas, es útil tener un rociador con jabón potásico, un insecticida ecológico que no daña a personas, animales ni aves y actúa solo por contacto con los insectos. Si recién empezás y no querés gastar, podés hacer un insecticida casero con jabón común; te dejo aquí la receta para que puedas probar.
En cuanto a qué plantar durante la temporada lluviosa, algunas verduras de hoja pueden cultivarse todo el año, mientras que otras necesitan condiciones más específicas. Lo mejor es elegir primero las plantas que más te ilusionan, investigar sus necesidades y, a partir de ahí, sumar cultivos fáciles y rápidos para ir ganando experiencia.
Para ayudarte, hay muchos calendarios de siembra online que te indican qué plantar en cada época del año, y también videos con los cultivos más rápidos y sencillos para cosechar en menos de 90 días. Si querés, te puedo compartir varios recursos ideales para principiantes.
Finalmente, si te entusiasma la idea de hacer tu huerta, recordá que lo más importante es animarte a empezar, disfrutar del proceso y aprender en el camino.