En El Salvador, diciembre no solo huele a pólvora y tamales: también suena a cumbia. Cada año, cuando se acercan las fiestas, ciertos ritmos vuelven a tomar las salas, patios y calles.
Para muchos salvadoreños, diciembre no sería lo mismo sin la música de cumbia llenando las casas, las reuniones familiares, las cenas navideñas o los brindis de fin de año. Hay canciones que, como viejos amigos, regresan cada diciembre, desplegando su nostalgia, su ritmo bailable y ese sabor de tradición que se pasa de generación en generación. A continuación, algunos de esos temas infaltables que, año tras año, siguen encendiendo el ánimo fiestero en El Salvador.
Cumbias que se quedan en la memoria familiar
Algunas cumbias ya forman parte de nuestra “banda sonora navideña personal”. Temas de agrupaciones como Aniceto Molina, La Sonora Dinamita o Los Hermanos Flores (entre otras) suenan con frecuencia en hogares salvadoreños durante diciembre: son cumbias que acompañan reuniones, bailes, charlas y recuerdos.
- “La Bala” – Los Hermanos Flores
- El Baile del Sapito” – Los Hermanos Flores
- “El Ausente” – Los Hermanos Flores
- “Que Nadie Sepa Mi Sufrir (Amor de mis amores)” – La Sonora Dinamita
- “La Cumbia Sampuesana” – Aniceto Molina
- “El Gallo Mojado” – Aniceto Molina
- “La Fiesta” – Los Hermanos Flores
- “Mi Cucu” – La Sonora Dinamita
- “Cumbia del Garrote” – Fiebre Amarilla
- “La Flaca” – Los Hermanos Flores
- “Cumbia sobre el Río” – Celso Piña
- “Juana la Cubana” – Fito Olivares
Tradición que une generaciones
Parte del encanto de esas cumbias es su capacidad para conectar a distintas generaciones al mismo tiempo. Los abuelos recuerdan los tonadas que escuchaban en su juventud, los padres las que llevaron a sus encuentros de fin de año, y los más jóvenes las redescubren con ritmo nuevo, sin que se pierda la esencia. En muchas casas, esas canciones se han convertido en tradición: encender la radio, poner la cumbia, bailar juntos, reír, compartir.
De ese modo, la cumbia deja de ser solo música para convertirse en la banda sonora de historias familiares, celebraciones, palabras de despedida o bienvenida al año, nostalgias, alegrías. Cada canción trae consigo recuerdos diferentes, y uno la vuelve a escuchar cada diciembre con un sabor especial.

