¿Cuántas veces nos hemos detenido a pensar qué es lo que comemos? ¿En qué nos ayuda lo que decidimos comer?
Debemos hablar de los distintos grupos alimenticios y qué sucede en nuestro cuerpo cuando consumimos cada macro… ¿Qué? Macronutriente. Suena a algo del otro mundo, pero diariamente consumimos distintos macronutrientes.
¿Qué son?
Se trata de los nutrientes que suministran la mayor parte de la energía metabólica al cuerpo. Estos se encuentran en grandes cantidades en los alimentos.
¿Cuáles son?
En palabras más sencillas, cuando nos referimos a los macronutrientes, estamos hablando de los tres principales “grupos alimenticios”: Proteínas, carbohidratos y grasas.
Cada uno de estos tienen una función muy particular en nuestro cuerpo. Te explicamos qué hacen estos macronutrientes.
Proteínas: Son la “materia prima” para la formación de huesos, músculos, órganos, etc. Juegan un rol primordial para el bienestar del cuerpo. Recuerda que cuando nos referimos a que ayudan a la salud de tus músculos, no nos referimos sólo a aquellos que pueden apreciarse. ¡El corazón es un músculo!.
Este macronutriente se encuentra en grandes cantidades en alimentos como las carnes magras, huevos, leche y quesos; así como en fuentes de origen vegetal, como las legumbres, semillas y algunos vegetales.
Carbohidratos: Seguro has querido bajar de peso y has escuchado la frase “elimina los carbohidratos”, se trata de tres palabras que juntas han tenido resultados catastróficos a través del tiempo. Muchas son las personas que van corriendo a tirar el arroz, el pan o cereales en busca del cuerpo perfecto.
Pero los carbohidratos tienen una importante función en nuestro organismo, y no, no se trata de ayudarnos a almacenar grasa de forma instantánea. Los carbos son los que nos dan energía para nuestras actividades diarias. Estos pueden ser simples o complejos, según su absorción.
Dicho de manera simple: Los carbohidratos simples dan energía de forma rápida a nuestro cuerpo. Algunos de estos alimentos pueden ser el pan, harinas refinadas, frutas, dulces, azúcar y todo aquello que te dé un “subidón” al momento.
Por otro lado, los carbohidratos complejos nos aportan energía que nuestro cuerpo tarda un poco más en asimilar, pero se mantiene más estable en el tiempo. Se recomiendan sobre los simples, ya que también aportan más saciedad. Algunos de estos son las pastas y cereales integrales, legumbres, o tubérculos como la papa, el camote y la yuca.
Grasas: “Si dejo de consumir grasa, perderé grasa” ¿Te suena? Esto es parcialmente correcto, ya que nuestro cuerpo tiene la capacidad de almacenar reservas de grasa, en caso que pasemos una hambruna o situación que nos demande energía, no obstante, este macronutriente es el encargado de nuestra salud metabólica, el funcionamiento de nuestras hormonas y con ellas, la fertilidad.
No deben “eliminarse”, pero sí debemos buscar las mejores fuentes de grasa. Si tu fuente de grasa es el aceite en el que fríes nuggets de pollo, probablemente tu salud sufra las consecuencias. Las grasas que debemos buscar se encuentran en alimentos como el aguacate, el salmón, los huevos, los frutos secos y algunos aceites como el de oliva.
Ojo con las porciones, ya que se trata de alimentos que son densos caloricamente.
En tu plato no debería faltar ningún macronutriente, a pesar que algunas dietas proponen la eliminación total de un grupo, lo que resulta en un déficit calórico, que, lamentablemente, también puede resultar en un déficit de nutrientes.