¿Te gusta el chocolate? ¡Cómelo! Si, pero no una barra cargada de azúcar y grasas trans. Busca un sustituto que contenga la menor cantidad posible de ingredientes. Esto aplica para otras delicias como galletas.
Los bocadillos, snacks o ese “algo” que nos gusta comer, pero no forma parte de un tiempo de comida suelen ser nuestros aliados o enemigos a la hora de cambiar nuestro estilo de vida o alcanzar una meta física o estética.
Y es que, son esos detallitos los que hacen una enorme diferencia. Si lo piensas, una pequeña barra de chocolate contiene las mismas calorías que un plato de frutas. Por eso, te traemos un par de consejos para tomar las mejores decisiones en tu ingesta diaria.
1- Come frutas y verduras
Hemos escuchado esta frase hasta el cansancio, pero por su alta densidad de nutrientes junto a un bajo aporte calórico, convierten a las frutas y vegetales en opciones ideales para picar entre comidas. Las frutas más prácticas son las manzanas, bananos y mandarinas.
2- No dejes de lado las proteínas
Las personas suelen subestimar la importancia que este macronutriente tiene para el óptimo funcionamiento del cuerpo y es que nos brindan saciedad y el organismo trabaja durante su digestión, acelerando el metabolismo. Elige un yogur sin azúcar, leche descremada, huevos o un queso bajo en grasa.
3- Come tus alimentos favoritos, pero en su versión más saludable
¿Te gusta el chocolate? ¡Cómelo! Si, pero no una barra cargada de azúcar y grasas trans. Busca un sustituto que contenga la menor cantidad posible de ingredientes. Esto aplica para otras delicias como galletas y algunos caramelos.
4- Grasas con moderación
Si bien es cierto que estamos buscando perder grasa, eso no implica eliminar la grasa de nuestra dieta, ya que es un macronutriente que ayuda a que nuestro cuerpo funcione correctamente. Entonces, buscaremos las de más alta calidad: semillas, aguacate, cremas de frutos secos, entre otros.
¿Ya anotaste todo lo anterior? Ahora solo queda ponerlo en práctica. Algunas ideas podrían ser tomar una pieza de frutas con un puñado de frutos secos o semillas. Ojo, un puñado que no debería sobrepasar los 30 gramos o 20 unidades, según el que escojamos.
Si eres más de salados, podrías tomar una galleta salada integral o un pan acompañado con una porción de queso fresco o un huevo cocido.
Las opciones son muchas, solo recuerda priorizar la calidad de los alimentos que consumes y evitar los excesos.