Nadia Mejía, la primera representante casada en ser Miss Universo Ecuador

Ecuador se suma a los países que ya tienen a la representante para el certamen de belleza más importante del mundo: Miss Universo 2025.

La noche del sábado en el Palacio de Cristal de Guayaquil brilló más que nunca con la coronación de Nadia Mejía como Miss Universo Ecuador 2025. Con elegancia, presencia escénica y una historia personal que cautivó al jurado y al público, la joven representante de la Comunidad USA se alzó con el título que la llevará a competir en la próxima edición de Miss Universo en Tailandia.

Nadia, de 29 años, no es ajena al mundo de las pasarelas. Hija del cantante ecuatoriano Gerardo Mejía y nacida en California, ya había destacado a nivel internacional como Miss California USA 2016, donde logró posicionarse entre las cinco finalistas del Miss USA y fue elegida como la favorita del público. Ahora, su sueño se cristaliza al representar por primera vez a Ecuador en el máximo certamen de belleza mundial.

La nueva soberana se enfrentó a diversos retos antes de su coronación, incluyendo una infección estomacal que puso en duda su participación. Sin embargo, demostró fortaleza y determinación al presentarse en el escenario con una energía renovada que conquistó al jurado. Durante el certamen, también se llevó varias bandas especiales, consolidando su favoritismo desde el inicio de la competencia.

Su historia de vida va más allá de la corona. Nadia ha sido una voz activa en la lucha por la salud mental y la autoaceptación, compartiendo su experiencia personal con trastornos alimenticios a través de su proyecto “Soy Suficiente”, que busca empoderar a jóvenes a nivel internacional.

Con una carrera como modelo profesional y cantante, además de estar felizmente casada con el actor australiano Sam Webb, se convierte en la primera mujer casada en representar a Ecuador en Miss Universo, marcando un nuevo precedente en la historia del certamen nacional.

Nadia Mejía no solo lleva una corona, lleva un mensaje. Un mensaje de superación, autenticidad y evolución que la convierte en mucho más que una reina de belleza: es una embajadora de inspiración que ya empieza a escribir un nuevo capítulo para Ecuador en el escenario global.

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