En los últimos años, la población de abejas ha disminuido de forma alarmante debido al uso de pesticidas, la pérdida de hábitat por la urbanización y los efectos del cambio climático.
Las abejas son los insectos más importantes del mundo. Su rol como polinizadores permite la supervivencia de muchos ecosistemas y la producción de alimentos para el ser humano y otros seres vivos.
Según el biólogo salvadoreño Rafael Alvarado, las abejas, al transportar el polen de una flor a otra, hacen posible la fecundación de numerosas especies vegetales, garantizando las cosechas de frutas, verduras y semillas durante el año.

De hecho, una investigación de National Geographic indica que “alrededor del 90% de las plantas florales requieren de la polinización para su reproducción; de igual manera, aproximadamente el 75% de los cultivos de alimentos a nivel global y el 35% de las tierras de cultivo del mundo dependen, en algún grado, de la polinización”.
Estos insectos también son indicadores de la salud de los ecosistemas, por lo que su presencia en ellos puede garantizar la calidad del medio ambiente.
“Nosotros tenemos una visión un poco reducida acerca de las abejas debido a que se le da mayor importancia a la abeja de la miel, pero en el mundo tenemos una cantidad de decena de miles de especies de abejas, de diferentes climas, en zonas cálidas, en desiertos e incluso en algunas zonas heladas”, explica el biólogo.

El experto también revela que actualmente se están estudiando en El Salvador unas ocho especies de abejas que nunca antes habían sido registradas en el país, un hallazgo que resalta la riqueza biológica del territorio y la necesidad de seguir investigando y protegiendo a estos polinizadores.
Por su lado, National Geographic afirma que en el mundo existen más de 20,000 especies distintas de abejas divididas en siete familias: Megachilidae, Halictidae, Colletidae, Melittidae, Andrenidae, Stenotritidae y Apidae. A esta última pertenecen las Apis melíferas, las abejas utilizadas en la apicultura para la producción de miel, polen, jalea real y cera.

Las abejas Apis melíferas pueden visitar de 10 mil a 40 mil flores para producir una cucharadita de miel, pero el biólogo destaca que “todo depende de las especies de flores que estén visitando y la cantidad de recursos que pueda sustraer de ellas”.
Estos insectos son altamente sociales y habitan en colonias organizadas en enjambres y estructuradas bajo una jerarquía compuesta por tres clases: la reina, que viven alrededor de cinco años y que pueden poner hasta 2,000 huevos al día; las obreras, que se encargan de recolectar el néctar y polen, y cuyo período de vida es de cinco a seis semanas; y los zánganos, quienes fecundan a las reinas vírgenes en el vuelo nupcial.

En los últimos años, la población de abejas ha disminuido de forma alarmante debido al uso de pesticidas, la pérdida de hábitat por la urbanización y los efectos del cambio climático. Esta reducción no solo amenaza el equilibrio de los ecosistemas, sino que también representa un riesgo económico para la agricultura y la apicultura a nivel global. Por ello, el experto llama a tomar conciencia y a proteger a estos polinizadores que son clave para preservar la vida en el planeta.