Es uno de los ecosistemas acuáticos más importantes de la zona metropolitana de San Salvador y uno de los seis volcanes activos en el país.
En 2020, la Asamblea Legislativa de El Salvador declaró el 12 de marzo como el Día Nacional del Lago de Ilopango, con el objetivo de resaltar la importancia de este emblemático cuerpo de agua y fomentar iniciativas que promuevan su protección y conservación.
Este espejo de agua, con 72 km² de superficie y una profundidad 230 metros, es considerado uno de los lagos más grandes del territorio salvadoreño, ya que colinda con 14 distritos y seis municipios de los departamentos de San Salvador, Cuscatlán y La Paz.
Pero, ¿qué misterio encierra? Según una investigación de la Universidad de Oxford y Geociencia Barcelona —publicada en la revista PNAS— antes de formarse el lago de Ilopango existió un volcán llamado Xilotepec, el cual hizo erupción en el año 431 d.C, específicamente hace 1,593 años.
El estudio revela que la erupción fue tan violenta y catastrófica que la columna volcánica alcanzó los 45 kilómetros de altura, sus cenizas recorrieron 7,000 kilómetros hasta llegar a Groenlandia, en América del Norte, y alteró el clima global.
Una de las civilizaciones que se vio afectada fue la Maya, la cual estaba en su etapa de expansión por toda Centroamérica durante el período Clásico Temprano Maya (comprendido entre los 300 y 600 d.C). Se dice que, tras la explosión, las zonas cercanas al volcán estuvieron deshabitadas por décadas y que las tierras alrededor del lago fueron infértiles por al menos 200 años.

Esa erupción llamada “Tierra Blanca Joven (TBJ)” y otras que sucedieron más adelante provocaron que el volcán se sumergiera y que el espacio se fuera llenando de agua hasta darle vida a la caldera volcánica que hoy conocemos como lago de Ilopango.
De acuerdo con información del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), la última erupción de tipo efusiva de esta caldera se dio entre 1879 y 1880, cuando se formó el domo conocido como la isla Cerros Quemados, donde ahora los turistas realizan buceos para apreciar la estatua de Cristo Resucitado que está a 18 metros bajo la superficie.
El lago está formado por las islas, El Portillo, San Cristóbal, El Cerro Los Patos, El Cerro Chachagaste, El Cerro Cutenama, Los Cerritos y la del Amor. Además, en él desembocan los ríos El Chorro, Chagüite, Güilapa, Guluchapa y El Arenal, así como numerosas quebradas.
Por su parte, el MARN informa que en el lago existen 26 especies de plantas acuáticas, como el jacinto de agua, el zacate de agua y el lirio acuático. En cuanto a la fauna, reporta la presencia de al menos 16 especies de peces, destacando la mojarra, el guapote criollo y el juilín.
Asimismo, señala que hay más de 212 especies de aves, entre las que se encuentran los patos zambullidores, el garzón cenizo, la garza dedos dorados y los pishishes aliblanco.
Finalmente, dado que la caldera es uno de los seis volcanes activos en el país, el MARN lleva a cabo monitoreos constantes, realizando mediciones de aguas y gases para detectar cualquier cambio que pueda indicar la presencia de contaminación o una posible reactivación del volcán.