Mudarse solo por primera vez es uno de los grandes pasos hacia la independencia, y aunque parezca complicado, hay algunas alternativas que te ayudarán a dar estos primeros pasos.
Todos soñamos con algún día por fin irnos de casa de nuestros padres, tener un espacio propio y hacer de él lo que queramos. Sin embargo, hay muchas cosas que no nos cuentan, por ejemplo, lo complicada y costosa que puede resultar la búsqueda de un lugar que, además de acoplarse a los gustos personales, también se mantenga dentro del presupuesto que hemos acordado.
Para suerte de las nuevas generaciones, con el tiempo se han ido adoptando nuevas modalidades de mudanza que son una gran opción para cumplir la anhelada meta de independizarnos, manteniéndonos realistas a nuestro panorama económico.
Escoge la mejor opción
Aunque vivir solo sea la opción más atractiva, es importante que tomes en cuenta tu presupuesto. Es probable que en tu primera mudanza alquilar un lugar por tu cuenta no sea la alternativa más viable. Sin embargo, vivir con roomies o alquilar un cuarto en un pupilaje o pensión puede ser una decisión más inteligente, además de permitirte ahorrar para un lugar propio.
Compra inteligentemente tus electrodomésticos
Entre la amplia y gran variedad de electrodomésticos que encontramos en las distintas tiendas o secciones de hogar de los almacenes, hay dos artículos que no puedes pasar por alto: la cocina y la refrigeradora. Ya sea que decidas comprar una cocina de gas o eléctrica, con dos o seis quemadores y una refrigeradora grande o pequeña, esto dependerá de tu presupuesto y necesidades.
Piensa en los esenciales
Puedes dejar muchas cosas para después, como un juego de sala o una televisión, pero desde un inicio necesitas tener un lugar para dormir. Actualmente existen diferente opciones como camas individuales, colchones inflables o sofás camas, puedes escoger con la que te sientas más cómoda.
De igual forma, y a menos que quieras comer en platos desechables por tiempo indefinido, invierte en una vajilla que te incluya desde platos llanos y amplios, hasta platos hondos y vasos, así como juegos de cubiertos con tenedores, cuchillos y cucharas.
Recuerda que es un proceso y no tienes que tener todo resuelto de entrada, basta con que cuentes con estos esenciales para sobrevivir esta transición.