Nuestra mente también requiere de cuidados y aunque la mejor opción siempre es buscar la ayuda de profesionales, estas son algunas acciones que también nos puede servir.
Hay quienes dicen “piensa bien y te sentirá mejor”, pero sabemos que es un poco más complicado que eso. La mente al igual que el cuerpo requiere cuidados no solo para que te sientas bien, sino también para que cumplas en óptimas condiciones todas esas cosas que día a día tienes que resolver.
Aunque el mejor cuidado emocional y mental que puedes seguir es buscar un psicólogo e ir a terapia, estas son algunas cosas que puedes implementar en tu vida diaria para asegurarte de mantener tu mente sana.
No hay nada como estar motivado
No queremos caer en el optimismo tóxico que nos dice que siempre debemos estar bien, pero tampoco vamos a mentir, ponernos metas pequeñas a corto plazo nos da algo en qué pensar y mantenernos ocupados. El pensar en el resultado que vamos a obtener al trabajar por conseguir estas pequeñas metas es suficiente para entusiasmarnos.
No tienes que presionarte y querer ver cambios desde el inicio. Si quieres mejorar tu condición física puedes empezar caminando un día a la semana, luego dos, tres y así sucesivamente. Cuando menos lo esperes no solo tendrás un nuevo hábito, sino que además, habrás conseguido tu meta.
Lo que sientes importa
Para bien o para mal, somos seres sociales. Puede que algunos disfruten más estar rodeados de personas que otros, pero al final del día, la interacción social siempre está presente. Pero esta misma interacción a veces nos pone en situaciones complicadas donde ponemos a los demás primero que a nosotros mismo. La empatía no es mala, pero validar tus emociones es fundamental para tu bienestar.
Ser capaces de reconocer y aceptar lo que sentimos nos ayuda a gestionar mejor ese cúmulo de emociones, pero también nos permite conocernos mejor. Todo esto contribuye a identificar las cosas que nos gustan y las que no, lo que nos hace sentir bien y lo que no y de este modo establecer relaciones interpersonales sanas.
El físico también importa
Sabemos que es trillado, pero cada parte de nuestro cuerpo está conectado. Tener un cuerpo sano es fundamental para tener una mente sana. La alimentación sana (siempre supervisada por un experto) y la actividad física son esenciales para la producción de endorfinas, hormonas que nos proporcionan esa sensación de bienestar.
Recuerda que cuidar tu mente es igual de importante que cuidar tu salud física. Aprender a sentir, aceptar y procesar nuestras emociones es fundamental para nuestro bienestar. En caso de necesitar ayuda apóyate en tus amigos y familia, pero no olvides buscar a un profesional. Nunca es un mal momento para buscar acompañamiento psicológico.