¿Cuántas historias sobre el mar no hemos escuchado? El océano se ha convertido en uno de los lugares más misteriosos del planeta por lo complejo e imposible que es recorrer cada uno de sus rincones. Cada vez que estamos seguros que ya nada podría sorprendernos, viene la naturaleza y nos demuestra que estamos lejos de comprenderla totalmente. Este mundo desconocido y sorprendente es el hogar de una de las especies más impresionantes en todo el mundo: las ballenas jorobadas.
Cada año, El Salvador tiene la suerte de ser el destino (o una parada en el camino) de cientos de ballenas que bajan desde las aguas frías del hemisferio norte para resguardarse en las cálidas aguas de nuestro Océano Pacífico. De diciembre a marzo nuestras costas reciben a esta increíble especie marina que se prepara para regresar a casa cuando el frío invierno finalmente termine.
Durante esta larga travesía, las ballenas se mueven en grupos o de forma solitaria hasta llegar a sus destinos. Hay algunas que prefieren las costas salvadoreñas y otras que se quedan por un tiempo para luego seguir bajando y disfrutar de las costas nicaragüenses. Sin importar cuál sea su destino, lo cierto es que las ballenas nos regalan un show impresionante, el cual con los años se ha convertido en uno de los atractivos turísticos más fuertes especialmente en la zona de Los Cóbanos, al occidente del país. Esta playa se ha convertido en una de las favoritas de estos cetáceos por la variedad de especies de animales propias de los arrecifes de coral.
Y aunque para muchos el hablar de avistamientos de ballenas sea únicamente sinónimo de diversión, este tipo de turismo en nuestro país no solo busca el entretener y divertir a todas las personas que se adentran en el mar con la esperanza de ver a uno de estos ejemplares, sino que además significa una oportunidad de educar y concientizar a las personas sobre el cuidado y la importancia de esta especie para nuestro planeta.
Lo hemos dicho muchas veces y no nos cansamos de repetirlo: El Salvador ha sido bendecido por la geografía, la cual nos permite recibir cada año con los brazos abiertos a cientos de ballenas jorobadas en su larga travesía de regreso a casa. Esta edición es una pequeña porción de las maravillas y curiosidades que este inmenso animal marino esconde.